Han pasado tres jornadas. Sólo tres jornadas. El fútbol se guía por resultados y el aficionado disfruta del momento. La UD Logroñés suma dos puntos y está en plaza de descenso cuando su objetivo era pelear por el ascenso. No es una situación irreversible, pero hay clubes, favoritos a esa pelea por el ascenso, que ya suman nueve, es decir siete más. Sin embargo, la SD Logroñés, aspirante a la permanencia, llama a las puertas de los cuatro primeros clasificados. Ha ganado los dos partidos que ha disputado en casa, el sueño de cualquier club, y además en el último, ante otro aspirante como el Amorebieta, apelando a la heroica. Es un equipo con casta, como quedó patente en el partido de Copa ante la UDL, y con espíritu.
Sergio Moreno Laya refleja perfectamente en su crónica del partido del domingo en Torrelavega la imagen que da la UDL y que molesta a más de uno. Pero no la imagen, sino cuando la ven reflejada en los medios de comunicación. No es la mejor. El año pasado aprendió a no perder partidos; en este no sabe cómo ganarlos. Y es cierto que el ejercicio cántabro se cerró con dos expulsados y un gol en propia puerta, pero los equipos ambiciosos marcan uno y quieren el segundo. ¿Ocasiones? Sí. Pero si no hay gol… Y para que no queden dudas, de la misma forma que Pepe Calvo afirmó tras el partido de Copa que los jugadores de la SDL habían salido muy motivados para explicar sin decirlo que habían jugado más motivados que los suyos, en Torrrelavega no dudó en afirmar que el juego de su equipo en los últimos 15 minutos no fue el adecuado.
“No debimos jugar los últimos quince minutos como lo hemos hecho”, indicó. “Hablamos de que ellos eran muy poderosos por arriba, y así ha llegado el gol. No queríamos meternos atrás porque sabíamos que la Gimnástica es un equipo que si le das un opción la sabe aprovechar. Y no es que nos hayamos echado atrás, pero ha sucedido. Creo que no debimos jugar los últimos quince minutos como lo hemos hecho”, añadió. Lógicamente, el empate influye en el análisis.
Pero hay más. Va más allá del marcador o el césped, aunque el reflejo externo sea el resultado y la clasificación. No hay estructura de club. Así se entiende que se haya perdido el partido contra el Lleida. Lo grave es que en el club conocían la norma, el famoso artículo 56 del Comité Disciplinario. En una situación normal, y en estado de duda, lo más sencillo es preguntar a quien puede resolver la incógnita. Pero quién hace esa pregunta. Ahí radica el vacio. Hay un cúmulo de buenas voluntades, pero no deja de ser una entidad presidencialista, como lo son la mayoría de clubes. Y es lógico que el propietario quiera tener todo controlado, pero errores como éste dejan un mal cuerpo difícil de encajar.
Apelando a las cuentas de la lechera. Con el punto del Lleida y la victoria de ayer que se ve privada por un error, pero sobre todo por no jugar como se debía esa recta final del partido (que es más grave que el fallo en si de Mario Barco), este equipo estaría sexto en la clasificación con 5 puntos. Sexto. Viendo el mundo de forma muy diferente. Pero el partido y el 0-3 del Lleida lo cambió todo.
No es cuestión de comparar, pero en años precedentes el inicio de campaña ha hipotecado el sueño de pelear por el ascenso. Ni lesiones, ni sanciones, ni mala suerte… no hay argumentos para justificar derrotas. Y habrá quien se sienta molesto, pero más dolidos se muestran los aficionados que si bien no soportan económicamente el proyecto porque eso es mérito de Félix Revuelta si lo hacen socialmente. Inicios como éste expulsan seguidores de Las Gaunas y crean desilusión. Así que pónganse todos las pilas y comiencen a comportarse como un club de verdad. Son dos equipos que gestionar deportivamente. Ni más ni menos.
Y de aquí a la SDL. Dejó patente que el Amorebieta no era tan fiero como lo habían pintado. Seis puntos merced a su trabajo en Las Gaunas. Un gran inicio de campaña que sirve para más de lo que dicen los seis puntos. Tuvo los arrestos de sobreponerse al gol vasco y marcar tres goles en el segundo tiempo. Abadía reconoció que el gol de Yecora, de penalti, al inicio del segundo periodo cambió el encuentro. Pero luego hay que mantener el pulso para querer ganar el partido. Y lo hizo en los último quince minutos. Aquí sí que supieron jugar la recta final del encuentro. Ya ven. Y el miércoles la SDL acude a Lucena. No le interesa la Copa, pero su capacidad de entrega y la dinámica en la que está le permite pensar que es serio aspirante a la tercera ronda de la Copa.