El fútbol seduce porque es imprevisible y sorprendente. Primero, llegas a Las Gaunas y ves fila en las puertas de acceso. Mala tarde y lloviendo. Pero así es. Segundo, explicar que un equipo, que es líder, no ofrece fútbol y el que no va primero necesita hasta siete ocasiones de gol para marcar sólo tiene razón en este deporte. UD Logroñés y Guijuelo han empatado en Las Gaunas (1-1). Por méritos, debieron ganar los locales, pero deben dar gracias a un acción a balón parado y a un gol anulado a Carlos Rubén para firmar el punto que han sumado. Es fútbol. Y por eso uno es líder y el otro intenta buscar puestos más tranquilos en la clasificación.
En esta categoría no hay diferencias, salvo las que establece el rendimiento defensivo. Garrido firmó por buenos remates de cabeza. En uno desvió el balón Wilfred y en el otro se marchó el cuero junto al palo izquierdo; Goñi disfrutó también de dos ocasiones. En la primera, tras una enorme jugada local, disparó cuando tenía a Iñigo en el punto de penalti para empujarla; en la segunda, Wilfred evitó el gol; el propio Iñigo remató de cabeza y la defensa sacó el balón con Wilfred batido; y dos más tuvo Ibai Ardanaz. La primera tras una excelente jugada al borde del área. Wilfred despejó; y en la segunda, el navarro clavó el balón por encima de la barrera y con el portero haciendo la estatua. Fue el gol. Y a todo ello se suman ráfagas de buen juego, porque a este equipo hay que alabar su intención de querer jugar y evitar balonazos.
Pero el fútbol no sólo es ataque y posesión. También defensa. El Guijuelo se aprovechó de un error de Sergio Martínez al cerrar en defensa para marcar. Con suspense, pero gol (Óscar Valero). Y se pudo llevar la victoria, pero anularon el gol a Carlos Rubén. Decisión muy protestada por los salmantinos. Era su obligación. Ahora bien, el problema de ese gol es el pésimo balance defensivo local. Pierde el balón en la línea de tres cuartos de ataque y Manu Moreira arrancó desde su campo, llegó al área riojana, centró al segundo palo y Carlos Rubén marcó. Contragolpe de libro que nadie del sistema defensivo local supo frenar, en especial el lateral y central de banda derecha. Lección para aprender.
Y ese es el fútbol de hoy en día en esta categoría. No cometer errores y aprovechar las ocasiones de gol. Lo demás no importante cuando el colegiado pita el final del partido. Son palabras y análisis, pero lo que queda es el marcador. La UD Logroñés mereció ganar, pero el punto le sirve para acumular su tercera semana sin perder, que no está mal y será mucho mejor marcador si el próximo domingo gana en Zamora.