Varios miles de niños jugando a fútbol en las categorías inferiores de los diversos clubes; espectaculares instalaciones; técnicos, medios materiales y humanos y padres dispuestos a sufragar los costes. Es la radiografía del fútbol en La Rioja. Y, desde luego, es el chollo riojano. Pero chollo para la exportación, no para potenciar el fútbol de aquí.
A esta reflexión no es difícil llegar. Lo difícil es expresarla en un tierra en la que pocos se mojan públicamente, pero en privado coinciden en pensamientos. Así somos. Hace diez días, cerca de 2.000 críos participaban en el torneo organizado por el Rioja Patriots; menos numeroso, pero muy importante es el torneo del Villegas, que reunió a un gran puñado de equipos en La Ribera; este pasado fin de semana, Viana se ha sumado a la nómina de torneos con la presencia de 30 equipos en sus instalaciones, muchos de ellos de Logroño; y por delante asoman ya las multitudinarias competiciones que presentarán EDF, Comillas y Valvanera.
Logroño cuenta con ocho campos de césped artificial en Prado Viejo a los que se suman los de La Ribera, La Estrella, Valdegastea, Varea (dos, un de ellos de hierba natural y Mundial’82 (dos también, un de ellos de hierba natural). La Isla, instalación del Berceo, cuanta con campo de hierba natural. Arnedo, Alfaro, Rincón de Soto, Pradejón, Navarrete o Haro también disponen de césped artificial, mientras que Calahorra, Santo Domingo o Nájera apuntan a esta superficie. Ya cuentan con campos de hierba natural. Dicho de otra forma, dispone de unas instalaciones modélicas sobre todo si se tiene en cuenta su número y la población de La Rioja. En el caso concreto de Prado Viejo, quizá estemos ante una de las mejores de España.
¿Y? Nada y todo. Nada para el fútbol en La Rioja, el llamado de élite. Todo para el fútbol del País Vasco, Navarra y Aragón. Para sus equipos es un auténtico chollo comprobar cómo se trabaja en La Rioja a coste cero. Para ellos. Bueno, por unas migajas económicas. La Real controla equipos como Valvanera, EDF o cualquier jugador que le pueda resultar interesante. En Villamediana (césped artificial) ha montado un centro de tecnificación que controla a cincuenta niños, más o menos. Luego les coloca la camiseta realista y a jugar torneos. El Athletic se nutre de Berceo o Comillas, pero no cierra las puertas a otros equipos. Y lo mismo se puede decir de Osasuna o de Zaragoza. No todos triunfan, pero de momento se aprovechan de su formación para, al menos, darles la oportunidad. Y beneficiarse mutuamente.
El nada está claro. Abrimos la semana del esperpento. Lo que unos llamarán fiesta del fútbol Logroñés yo lo defino como funeral del fútbol logroñes. Dos equipos que este domingo se jugarán una plaza de promoción de permanencia. Vamos, cualquier película de los hermanos Marx es un drama comparado con la comedia absurda y ridícula que se sigue filmando en esta ciudad. Fuera de estas fronteras se tiene que reír a carcajadas porque la situación no merece menos. Carta blanca a Athletic, Real, Osasuna, Zagogoza y todo aquel que quiera venir caña en mano a pescar en unas aguas muy productivas.
El viernes coincidí con un mítico ex jugador del Logroñés. Siempre fue adorado por al afición. Y me dijo: “Si en esta ciudad hubiera solo un equipo, yo estoy dispuesto a ponerme al frente (deportivo y gestión). Y gratis”. Tal cual. Y añadió. “Con el nivel que hay, no te digo en un año, pero en dos Logroño está en Segunda División”. Pero era una conversación privada. Y el domingo, otro ex capitán del Logroñés me reiteraba la sinrazón del fútbol en Logroño. Y como él, cualquiera que piense con un poco, poquísimo de sentido. Son muchos los hombres vinculados que creen que la situación actual no tiene viabilidad, pero nadie da el paso. Y si quizá ellos lo diesen, creeríamos. Vamos, como Santo Tomás. Ver para creer.
Así, todos esos críos que crecen en los campos riojanos y los que no le falta de nada no tienen futuro en La Rioja, aunque fuera de ella les esperan con los brazos abiertos. Que se lo digan a los clubes mencionados, que siguen frotándose las manos por la guerra civil instalada en Logroño. Ahora bien, tampoco hay que excusar a algunas entidades que están encantadas de exportar futbolistas, firmar convenios con conjuntos no riojanos y criticar hasta al mismisimo Logroñés, al que Javier Sánchez quiere resucitar el 1 de julio. ¿No lo sabían? Pues así es. Y está dando los pasos oportunos. Diferente es que lo consiga incluir en Regional Preferente o no. Por dignidad, esperemos que no.
El análisis es demodelor. Desencanto, decepción deportiva, llanto económico (porque los hombres también lloran), presente complicado y futuro inexistente. Es el fútbol logroñés que les espera a todos esos miles de niños que compiten en las categorías inferiores riojanas y que prefieren vestir la camiseta blanquazul, blanquirroja, rojilla o blanca antes que la blanquirroja de aquí, la auténtica, no los sucedaneos que no llenan. Eso sí, sigamos mimándoles porque ellos no tienen ninguna culpa de las tonterías en las que reiteran los adultos.