Un gol de Lombán ha confirmado lo que ya se aventuró hace unas semanas: la UD Logroñés ha perdido fuelle. Los riojanos han caído en Villaviciosa, tierra del Lealtad, penúltimo en la tabla con tan solo dos victorias en Liga hasta esta tarde. Algo similar ocurrió en Vigo, aunque en aquella ocasión el equipo blanquirrojo salió goleado de Galicia. Los locales no eran capaces de vencer hasta que llegaron los logroñeses. Aun así, los blanquirrojos despiden el año entre los cuatro primeros clasificados, si bien las sensaciones son muy diferentes a las de los primeros dos meses de competición.
La UD Logroñés ya venía coquetando con la inesperada derrota desde hace tiempo. El Marino de Luanco puso en evidencia el pasado domingo al bloque de Carlos Pouso. El Lealtad sólo se ha aprovechado de una mala línea de fútbol que los buenos resultados enmascaraban. Algunas oportunidades de gol protagonizadas por Amaro e Iker Alegre y poco más en un compromiso en el que la exigencia era la victoria. La derrota no deja de ser un fracaso y una bofetada a las aspiraciones de un equipo que pretendía reforzar su aspecto más social con la apertura de la campaña de socios para la sergunda vuelta, aunque en ella se incluye el partido contra el Langreo, el próximo 4 de enero.
Por delante llega una semana de descanso. Sin duda alguna, el parón liguero vendrá muy bien a un equipo que evidenció ser más débil en noviembre y que ha confirmado su caída en diciembre con derrotas ante conjuntos de la zona baja de la tabla y victorias más que sufridas.