Vuelta a las orígenes. La UD Logroñés ha vuelto a ganar. Lejos de Las Gaunas, como no podía ser menos. Y además, con un triunfo contundente, 1-3, en Tafalla. Dos goles de Iker Alegre y uno de Titi. El primero acumula cuatro jornadas marcando. Cinco tantos en los últimos cuatro compromisos. Hasta hoy, sus tantos no habían servido para mucho; hoy sí que se han transformado en una esperada victoria. Cincuenta puntos. Eso sí, la diferencia con el Racing de Ferrol se mantiene, pues el conjunto gallego no afloja su endiablado ritmo.
El partido tenía su miga. Campo pequeño y rival necesitado. David Ruiz, técnico local, había asegurado en los días previos al duelo que la UD Logroñés era el rival idóneo para su equipo. Lógico. Sabía que no atravesaba por su mejor momento. Noventa minutos fueron necesarios para que los papeles se invirtieran: la Peña Sport ha sido el rival idóneo para la UDL. Pone fin a cuatro fines de semana sin ganar. Era lo más urgente.
Carlos Pouso volvió a sus orígenes empujado por la necesidad de dar con el golpe de efecto que arrancara a su equipo. Defensa de cuatro de la que salía Jacobo Trigo; dos pivotes, con el citado Jacobo y Adrián León; tres medias puntas, con Titi y Alegre por bandas y Pere Milla por el centro. Y en punta, delantero fuerte, que domine el juego aéreo y, a ser posible, que genere segundas jugadas de ataque. Carlos Fernández. Y además, le salió bien. La UDL buscaba un partido de 0-1 y acabó marcando tres, aunque encajara uno.
Con otra lógica sobre el césped, la UD Logroñés generó ocasiones como para marcar más goles, incluso antes del descanso, pero no fue hasta los primeros compases del segundo periodo cuando la UDL cambió su rumbo. Fútbol de libro. Titi y Alegre, Alegre y Titi. Los tres goles. Juego por banda y velocidad. Cuando Titi está sobre el césped, las mentes piensan mejor porque ofrece soluciones que otros no imaginan. Y lo mism ocurre con Iker, pero Titi es más regularen su rendimiento. Nadie tiene más profundidad que ellos dos. Y el fútbol es profundidad. Tocar por tocar sirve para poco, quizá para generar un error propio. Y ambos se benefician de la claridad de Pere Milla por el centro. En banda, da igual cual, se pierde porque carece de libertad. Incluso con el 0-1, los riojanos tuvieron la fortuna de que Ivan estrellase en la madera su remate de cabeza. La suerte es otro componente necesario.
La victoria frena la decepción acumulada y cambia el ánimo ante la visita del Izarra, que ha ganado en Merkatondoa a la Arandina (2-0); también ha vencido el Racing de Ferrol (Valladolid, 0-2) merced a un doblete de Joselu, el primer gol de penalti. Dos goles en ocho minutos, del 78 y 86. El Tudelano tampoco descansa. 0-2 en Guijuelo; sí se ha visto frenada la Cultural, que no pasó del empate ante el Compostela (1-1).