Pedro Barrancos (a la derecha en la imagen de Miguel Herreros) comienza hoy a entrenarse con la Unión Deportiva Logroñés. Lo hace después de más de un mes de viajes y visitas a hospitales con el fin de poner fin a unas taquicardias que han frenado su carrera deportiva. Regresa a los entrenamientos consciente de que el problema cardiaco persiste y de que deberá pasar por el quifófano una cuarta vez.
La medida parece tener una mayor fuerza mental que física. Se ejercitará en solitario y pegado a un pulsometro. Al menos, podrá tener la mente ocupada y disfrutar del fútbol, aunque no sea lo mismo sabiendo que el domingo no puedes competir.
De su visita a la mesa de operaciones para someterse a una ablación que por fin haga desaparecer todo aquello que provoca la taquicardia.
La enfermería blanquirrojo puede quedar prácticamenteb vacía a lo largo de hoy miércoles. Los golpes que sufren Nacho Fernández, David Garrido y Raúl Torres no tienen mayor importancia, mientras que Borrell también ha mejorado mucho de sus molestias en uno de los gemelos. Las sensaciones de Izquierdo y su tobillo son positivas. Una ecografía ha revelado que la mejoría es considerable. No jugará contra el Guijuelo, salvo sorpresa mayúscula, pero sí que puede hacerlo en diez días.