Pezado de jornada la que se abre esta tarde en Vitoria y que tendrá su continuidad en Miranda de Ebro. Para mañana se reservarn los partidos que iugarán Real Unión, UD Logroñés y Palencia, entre otros. Una vez más, semana más que importante para todos ellos.
El Alavés recibe al Eibar (16.00, ETB 1) pendiente de la clasificación y de su sitiuación social y económica. Ambos suman 60 puntos, cinco menos que el Mirandés, líder, y cinco más que sus perseguidores, Real Unión y UD Logroñés. Ambos necesitan ganar para no meterse en problemas. Para la UD Logroñés, el Eibar es más accesible que el Alavés, ya que tiene el goal average a su favor, pero también hay que pensar en lo que queda por delante.
El Alavés ha visto esta semana como Saski Baskonia no ha podido cerrar la compra del club. Decía tener Josean Querejeta 2,5 millones de euros disponibles más otros dos procedentes de un crédito de Caja Vital. Estos últimos no han llegado y la operación no se ha cerrado. No hay ni ampliación de capital ni cambio de propiedad. Ahora, el club urge a Ayuntamiento y Diputación a reunirse… con elecciones a la vista. Pero es que la masa social, como en otros tantos sitios, no ha respondido a la llamada de las acciones. Apenas se han vendido 400 títulos de los más de 40.000 que se habían puesto a la venta.
Y a todo esto llega un Eibar que perdió la pasada semana frente a la UD Logroñés. El Alavés no pasó del empate ante La Muela (2-2) y gracias.
En Miranda espera el Mirandés (19.30). Tranquilo, pero con la tensión propia del momento. Ha ganado sus últimos seis partidos y está mucho más cerca de acabar primero, plaza que da dos opciones de ascender a Segunda. Pero Osasuna B, su rival, también necesita ganar. Se juega posiblemente su última oportunidad de no descolgarse de la zona alta. A la UD Logroñés le interesa que gane el Mirandés, garantice lo antes posible la primera plaza y llegue a Las Gaunas pensando en la fase de ascenso.
Para mañana quedan tres partidos que afectan directamente a la UD Logroñés. El primero, el suyo en Torrelavega ante un rival que ha bajado su rendimiento, pero que es capaz de ganar a cualquiera y cuenta con el aliado de un terreno de juego en el que el balón pasa más tiempo por los aires que por tierra. El anuncio por sorpresa de la no continuidad de su técnico, José Gómez, la próxima campaña puede ser un factor a explotar. El Real Unión tiene el partido más fácil, pero sólo a priori. Recibe al Barakaldo, que prácticamente ha dicho adiós a la categoría. Y queda el silencioso Palencia, que juega ante su gente frenta a la Real Sociedad, equipo siempre incómodo.