14 de junio. Faltan dieciséis días para el 30 de junio. Fecha marcada en rojo en el calendario futbolístico. Ese día, quien no pague, acarreará con las consecuencas. Antes julio era un mes plácido para los clubes, pues hasta el día 31 había mucho tiempo para pagar y, sobre todo, negociar para no pagar.
Leo que los jugadores del Alavés ya han denunciado impagos y reclaman una cifra superior a los 200.000 euros. Si no paga y no llega a cuerdos, el 1 de julio será equipo de Tercera. Saski Baloia, aspirante a dueños, llega pero no aterriza y los actuales propietarios miran hacia las instituciones para que les arregle el desaguisado. ¿Por qué siempre que hay que cuadrar un balance se pretende hacer con dinero público? Por costumbre y por temor político al que dirán.
Desde Palencia aseguran que la plantilla al completo ha denunciado impagos. Es decir, después de acabar quinto y estar cinco meses sin cobrar esta temporada según Juan Carlos Castilla, ex jugador del Palencia y nuevo portero de la UD Logroñés, corren peligro de descender.
Pero hay más. En Oviedo, con un presidente condenado a cárcel y con la obligación de pagar una multa millonaria (en euros), ofrecen alegremente cifras y me cuentan que ya han llegado a acuerdos con los futbolistas para que no denuncien la falta de cobro. Acuerdos a través de pagarés que lógicamente vencen más allá del 30 de junio. Es decir, aun así es más listo el presidente condenado que el futbolista.
Y habrá más. Seguro que serán muchos los clubes que se encuentren con denuncias. Pero el jugador también tiene algo que ver. Siempre acepta pagarés… incluso cuando sabe que no va a cobrar. Es duro cumplir con la denuncia, pero no lo es menos aguantar campaña tras campaña a propietarios y presidentes que han hecho de la costumbre de no pagar un arte de trileros.
Pero claro, todo depende del prisma con el que se mire. Esta mañana hablabamos de cifras. Cobrar 45.000 euros en Segunda B es muy poco para algunos… ascotumbrados a percibir 70.000. Sin embargo, esos 45.000 es mucho para el que no cobra o ingresa mucho menos. Siempre teniendo en cuenta que al final de campaña se cobre. Entonces, ¿donde está el punto de inflexión de las cifras? En lo que cada bolsillo pueda soportar… sin dinero público
Sería bueno que los clubes avalasen por anticipado sus presupuestos, pero en Madrid están más pendientes de subastar los partidos de España, viajar y comer, que de los menesteres de Segunda B y de vigilar a la cuadrilla de propietarios y presidentes que juegan con los números hasta hacerlos desaparecer.