Sol de octubre y trabajo al aire libre. Una combinación magnífica. La UD Logroñés se ejercita en Albelda con la mente puesta en la Cultural. Atrás queda el traspié en Guijuelo y la charla del lunes. Incluso la sinceridad de Visnjic ante una obviedad como es que su equipo no genera ocasiones de gol. Al menos le queda el consuelo de saber que su jefe, Félix Revuelta, no está de uñas con él. Públicamente.
Tranquilidad para pasar página, pero no para estancarse. Más o menos ese es el mensaje. Ha sido un inicio de campaña loco. Ahora toca resetear mentes.
El técnico debe ser capaz no sólo de hace jugar a sus hombres, sino de motivarlos para que lo hagan con inteligencia en todos sus movimientos. Ayer hubo doble sesión; hoy, ensayo general; mañana, estrategia. Unos y otros aluden a que dos victorias consecutivas cambian a cualquier equipo. Llevan razón, aunque ese discurso puede sonar a risa si no se cumple. Para ello, esta UDL necesita ganar fuera, aunque primero debe hacerlo el domingo. Se aventuran cambios, pero deben ser modificaciones efectivas, con resultados. Quien se lo gane, que juegue; el que se duerma, a la grada. Es la ley del fútbol. Para lo bueno y para lo malo.