Tres goles encajó la UD Logroñés en su primer partido a las órdenes de Pepe Calvo. Los riojanos se ampararon en su formación más clásica, pero se desmoronaron en el minuto 30, cuando Vélez fue protagonista de un dudoso penalti y, además, expulsado. Con 1-0 y un jugador menos, el fútbol de ataque de la UDL desapareció y se dedicó a perseguir a un adversario que se creció a medida que pasaban los minutos. Un segundo gol en los primeros minutos del segundo periodo enterró a los blanquirrojos. Con el Guijuelo gustándose, los riojanos acabaron deambulando por el césped del Municipal haciendo gala de una entrega absoluta a si oponente. En plena fase de desear que acabe el partido, el Guijuelo marcó el tercero y dejó patente que la UDL necesita mucho trabajo, un cambio radical de actitud y, quien sabe, un discurso, que alguien les explique cómo funciona este invento llamado fútbol.
Siete puntos separan a los logroñeses de la fase de ascenso y nueve del segundo clasificado. Decimoterceros en la tabla, aventajan en cinco puntos al Palencia, en zona de descenso, y a la Real, en puesto de promoción. Llegará el Zamora la próxima semana, que ayer superó al Athletic por 3-0. Tres derrotas y dos empates (2 de quince puntos) suman en los cinco últimos partidos. Desde que Osasuna visitó Las Gaunas (23 de octubre) no se conoce la victoria.
Ahora bien, no es el momento de pensar en la fase de ascenso ni en ascender, sino en salir del profundo hoyo en el que vive y ganar al Zamora. Nada más