This is Anduva. Parafraseando al Liverpool (This is Anfield), el Mirandés ha exportado la imagen de su campo inglés y de su afición fiel. Una afición que muchos seguidores del fútbol modesto conocían, pero que han elevado a los altares desde Madrid. Vamos que la han descubierto. Y una afición impresionante. El ambiente que crea es inusual en Segunda B. Primero, porque acude al campo y segundo porque Anduva se presta. Sigue siendo un recinto vetusto, rancio, con sabor a fútbol. Con 4.000 personas el campo está lleno y para el jugador es una sensación muy importante. La afición está muy cerca y ni rival ni colegiados pueden estar tranquilos.

Ayer, por momentos, Anduva me recordaba a Las Gaunas viejo. Sobre todo la grada de general. Ese plano televisivo con la gente apelotonada, sin espacio para levantar los brazos, con la publicidad (Cajarioja incluida) como coprotagonista clásico de un campo de fútbol. Envidia sana.

Ver fútbol en Anduva es una gozada. Quizá ahora entienda el aficionado a Nacho Martín cuando hablaba de los seguidores del Mirandés. Entonces se criticó al ex técnico de la UDL. Ahora nadie los discute. Todos alaban su puesta en escena. Acudir a Anduva es volver al fútbol más clásico del pasado siglo y el Mirandés ha hecho muy bien en no irse a jugar la Copa a otro estadio. Hubiera perdido parte de su magia y, ayer, con la ampliación del aforo ya no se llenó. Mejor un campo pequeño lleno que un recinto espectacular medio vacío.

La UD Logroñés juega en Anduva el primer fin de semana de marzo. Les invito a que vayan y disfruten del fútbol, de una afición que anima a su equipo desde el primer minuto hasta el último, que cierra sus partidos bufandas arriba y cantando el himno de su club. Una grada roja. El rojo lo inunda todo. Y se contagien de él y animen a la UDL. Diferente, nostálgico y mágico. Incluso incómodo. Así que sí, se ha ganado todo el derecho del mundo a afirmar This is Anduva o por hablar en plata Esto es Anduva o simplemente Estás en Anduva.