Vuelve Dani Aranzubía. Es una magnífica noticia. Pero es un partido trampa. El Deportivo jugará ante Osasuna bajo una enorme presión. Lejos queda el 6-1 del Bernabéu, pero es su último resultado. Miguel Ángel Lotina ha metido al psicólogo en el vestuario para limpiar mentes. El cuadro gallego necesita ganar para superar todos sus males. El triunfo es su verdadero psicólogo.
Todos anhelan la titularidad de Aranzubía una vez superos sus problemas físicos. Será su debut en la Liga. El Depor necesita de su experiencia, pero tanto el portero como sus compañeros saben que no pueden cometer más errores. Al menos, por ahora.
“El que piense que en el momento en que empiece a jugar yo se va a solucionar todo está equivocado”, dijo recientemente Aranzubía. No le falta razón. Un equipo no depende de un único jugador, aunque un portero siempre juegue un papel destacado. Para lo bueno y para lo malo. Lo único que necesita es un poco de suerte.