Hay días en los que los partidos transmiten claros síntomas. Este domingo es uno de ellos. La Cultural ha resultado ser mucho más equipo que lo que demuestra la tabla. Bien plantado y muy rápido en la salida con el balón. Si a esas virtudes sumas que el rival no piensa con claridad, la escena deja entrever al protagonista. Más méritos visitantes. Un buen punto para la UDL en un día menos bueno de fútbol que otros. La Cultural transmitía peligro solo con su posicionamiento sobre el césped. Dos líneas muy juntas con Rico como nexo. Robar y salir con velocidad por ambas bandas mientras Diego Torres tomaba el carril central. La UDL no supo en ningún momento cómo superar esa barrera. Circulaba el esférico pero sin hacer sufrir a los leonses. Alguna escaramuza de Ubis y Barrón por las bandas y poco más. Ni siquiera a balón parado eran capaz los riojanos de asustar a Toño. Un disparo de Omar, titular de nuevo, un remate de Ibai y adiós a cuarentany cinco minutos. Si en algo es fuerte la UDL es en el fútbol a balón parado. Ubis transformó en gol un pena máxima de Góngora. Mano dentro del área. Por cierto, Góngora ya había cometido otro penalti minutos antes al derribar a Ibai. De los tontos, pero penalti. Sin embargo, el gol no tuvo ese efecto revulsivo que a veces otorga. La UDL seguía atascada. Ibai y Goñi no disfrutaban de la lucidez de otros días y su equipo lo acusaba. De hecho, la Cultural pudo marcar en una de sus rápidas incursiones, pero Viti se llenó de balón cuando sólo tenía que empujarlo. Algo similar le ocurrió a Julen Iriarte, en el área pequeña. Lo más sencillo a veces es lo más complicado. Como complicado es que este equipo acabe los partidos con once futbolistas. Zubiri fue expulsado a falta de seis minutos. Diez sobre el campo. Algo que se ha convertido en habitual. Próxima parada, Santander, 10 de diciembre.