Definitivamente, es muy malo no tener dinero. El Alavés está inmerso en una pelea deportiva por salir del pozo de Segunda B y en otra económica, ya que necesita capital. Tiene previsto cerrar mañana el plazo para ampliar capital después de más de tres meses abierto y negocia contrarreloj con Saki Baskonia y Josean Querejeta,
Este último ya tiene toda la documentación para estudiar si entra o no en el Alavés. Información económica, por supuesto, supervisada por un auditor.
Querejeta ha admitido que dispone de dos millones de euros para entrar en el club vitoriano, a los que podría sumar otros 2.5 millones, si Caja Vital se los da.
En las últimas fechas, Vanessa Ruiz de Gauna, consejera delegada del Alavés, se ha quejado amargamente de la falta de apoyos y ha afirmado que las instituciones no han cumplido sus promesas, amen de recordar que el Ayuntamiento debe al club unos 200.000 euros. El pasado 5 de abril atacó duramente a esas instituciones y ligo su comportamiento, entre otras cosas, a la cercanía de las elecciones.
Y mientras tanto, el equipo jugará el sábado contra el Eibar en Vitoria. Un partido más importante de lo que parece para ambos.
Y por si fuera poco, El Juzgado de lo Mercantil de Vitoria tiene previsto celebrar mañana la vista contra el Alavés por incumplimientos en el convenio de acreedores con diversos exjugadores, que reclaman 560.000 euros.