Un gol de Borja Prieto en el minuto 2 finiquitó el partido de Las Gaunas, donde la UD Logroñés volvió a naugrafar a pesar de que, tras el tanto, ofreció buenas sensaciones, aunque resultaron ser pasajeras. Los riojanos tuvieron dos clarisimas ocasiones para empatar y adelantarse, pero Ibai Ardanaz se topó con el poste derecho, en el primer periodo, y Eduardo Ubis no empujó a la red un buen servicio de Iriarte, ya en cuando las prisas eran mayores. En el escaso haber del Avilés se incluye también un disparo al larguero de Omar Sampedro en un contragolpe sin culminar de cuatro contra dos cuando ya moría el duelo.
Sin emgargo, la derrota se minimiza, si es posible, por los resultados de terceros equipos. Si bien ganar en Las Gaunas hubiera supuesto poner nueve puntos de diferencia con el descenso a falta de dieciocho por disputar, las derrotas del Tropezón (35 puntos), Celta (30 puntos) y el empate entre Coruxo y Caudal (30 puntos los dos) le permiten mantener su nivel de oxígeno. En esa pelea está también la SD Logroñés (32 puntos), que perdió en Oviedo el sábado y este próximo fin de semana descansará.
Al margen de números, hay una realidad palpable. A la UD Logroñés le falta profundidad y capacidad de reacción. Tras el gol, jugó, dominió, encerró al Avilés, pero no tiene remate ni gente que asuste arriba. Ayer Ubis asumió las labores de ariete, pero cuando el juego es en corto y por el centro, todo es más previsible, porque los futbolistas no tienen la precisión que demanda este concepto. Pero es que no hay bandas. Es un mal de toda la temporada. Ni abren el campo ni son capaces de ganar la espalda a los lateral con balones al espacio. Demasiado previsible y, desde luego, un suplicio para los jugadores de creación, que no tienen vías para mover el esférico. Si a ello le sumas que en el primer ataque encajas un gol con balón a la espalda del centro de la zaga, el resultado es evidente: derrota. Y el resultado, y el fútbol, calan en una afición agotada por el fútbol logroñés. En la casa andan preocupados por la escasa afluencia, pero el aficionado está cansado de esta historia.
Lo primero es la permanencia. Lo segundo, pensar en el futuro y comenzar a planificarlo. En este equipo sobrará gente y faltará. Es la ley del fútbol. Ha renovado Iñigo Zubiri. Bien hecho. Del técnico no se sabe nada. Ayer estuvo viendo a la UDL juvenil lograr la permanencia en División de Honor. Estaba junto a Pedro Martínez, presidente.