El racismo que vendrá | La plazuela perdida - Blogs larioja.com >

Blogs

alonsochavarri

La plazuela perdida

El racismo que vendrá

Me llama la atención, en un tema tan delicado como es el de la inmigración, el divorcio palpable entre la opinión publicada – la que se expresa en los medios de opinión – y la púbica opinión – lo que comenta la gente en su conversaciones. No sé si se trata de una campaña oficial para resaltar los beneficios de la inmigración, y así evitar brotes de xenofobia o racismo, o es el miedo a ser políticamente incorrecto en un tema tan delicado, pero no concuerda lo expuesto por los expertos en opinión con lo que comenta el vecino o el compañero de bar, bebiendo un Rioja, que es el que dice lo que piensa, aunque siempre hay excepciones, como mi admirado Ricardo Tomanos en su espléndida serie “La Tierra de Jauja”.
El otro día, en una carta al director, se expresaba un lector con una frase parecida a esta: «¿Que vengan más, que aquí cabemos todos!», frase sin duda evangélica, pero que sólo tiene sentido como deseo noble, jamás como realidad. Yo no sé los que cabemos, pero los gobiernos sí debieran saberlo y ajustar el número de inmigrantes a la capacidad de cada lugar. Claro que el número de los que caben es relativo, depende de lo que estemos dispuestos los demás a renunciar. Me comentaba un amigo, técnico de una empresa constructora, que estaban comenzando a tener problemas con los trabajadores porque se ofrecían gremios de inmigrantes a mitad de precio, y eso era irrechazable por la empresa.
Estamos acostumbrados a leer las luces de la inmigración y a comentar, en privado, las sombras. Es un hecho que la inmigración es un gran beneficio para la empresa: hay cantidad de empleos que se han generado de la noche a la mañana en todo tipo de tiendas y negocios ¿Es que antes, con 2 millones de parados, no había trabajadores para esos empleos? Al sueldo habitual, no. Ahora se paga mucho menos; los trabajadores jóvenes saben lo que están bajando los sueldos.
La razón más consistente para favorecer la inmigración, si no se es empresario, es la evangélica, la razón de las obras de misericordia, de la virtud teologal de la caridad, de la largueza, incluso de las bienaventuranzas, pero estas razones raramente las tiene en cuenta el avaricioso ser humano. No estaría de más preguntar a los trabajadores si quieren renunciar a parte de sus ingresos para acoger a mayor número de inmigrantes y, si es así, diríamos con frase riojana «¿Olé nuestros cojones!». Si no es así, mejor se mira como dejar en su justo término el número de los que llegan, o prepararse para el racismo que vendrá.

Temas

Por Jesús Miguel ALONSO CHÁVARRI

Sobre el autor


septiembre 2005
MTWTFSS
   1234
567891011
12131415161718
19202122232425
2627282930