Si hay algo llamativo en las noches electorales, es la felicidad que embarga a candidatos y partidos, al conocerse los resultados, pues todos suelen considerarse ganadores: reales, relativos, proporcionales o morales. Es una suerte que las elecciones deparen esa satisfacción generalizada, aunque íntimamente, es de suponer, la procesión irá por barrios. El motivo de reclamarse ganadores, […]