Cuando era pequeño, yo quería ser Titín. En realidad, todos los niños de Leiva queríamos ser Titín, cuando, en el recién estrenado frontón, jugábamos con aquellas pelotas verdes, de goma, que venían en las cajas de zapatos Gorila. Casi siempre era Pitín el que hacía de Titín, y no porque su nombre sonase parecido, sino […]