En aquella niñez desabrigada de la triste posguerra inacabable, repleta de catones y redonchas, de ala, de elefante y de doctrina, con los niños viviendo por la calle, al punto que acabábamos los cánticos de aquel multiplicar con sus diez tablas, en la herrumbrosa escuela de don Digno, sin miedo al frío seco del invierno, […]