Parece que se han puesto de acuerdo las grandes empresas españolas para tocarme las narices. Sí, ya sé que se las tocan a todos, pero esta semana se han cebado conmigo. Todo comenzó con una carta amenazante de abogados, por una deuda de 12,81 euros con Movistar; la deuda provenía de un cambio de tarjeta […]