Una reciente encuesta de la O.C.D.E. ha sacado los colores a España, porque, si ya era uno de los países con mayores desigualdades sociales, según habían reconvenido distintas organizaciones, ahora nos confirma que, en los últimos años, ha vuelto a ser uno de los países donde más han aumentado dichas desigualdades. Esto contrasta con el optimismo que nos quieren contagiar ciertos políticos, empeñados en fórmulas oratorias que ya no sirven, que siguen intentando equiparar lo que dicen con lo que hacen, cuando es bien sabido que una cosa es lo que se dice y otra casa muy distinta es lo que se hace, como acaba de dejar muy claro la encuesta de la O.C.D.E.; el refranero popular ya lo tenía bien claro cuando decía que una cosa es predicar y otra dar trigo. Claro que todavía pueden aumentar mucho más las desigualdades sociales, si se hace caso a esa comisión de ¿expertos?, que ha analizado todos los impuestos a que estamos sometidos. Unos supuestos expertos que aconsejan bajar el tipo máximo del I.R.P.F y el impuesto de sociedades, entre otros –o sea que aconsejan bajar los impuestos de quienes más tienen-, mientras que proponen subir los impuestos indirectos y el I.V.A., así como tributar por la vivienda habitual –es decir aumentar los impuestos que paga todo el mundo-. Sí, realmente sorprendente, en los tiempos que corren, y que demuestra la gran insensibilidad de los supuestos expertos ante los problemas de la ciudadanía. Mi abuela hubiera dicho: “me queda el consuelo de que acabarán en el infierno”, pero yo no descartaría que, si existiera el infierno, fuera sólo para pobres.
Tampoco creo que ayude, a disminuir la desigualdad social, la creación de esa especie de fondo europeo para los rescates bancarios, que financiarán los propios bancos y que tan contento ha dejado, según sus propias palabras, al ministro de Guindos; porque veamos, si el rescate de la banca española –en puridad habría que decir el rescate de las cajas españolas, que maldirigieron políticos, sindicalistas y otros-, lo hemos pagado con dinero público, es decir con nuestros impuestos, por qué, a partir de ahora, se ha de pagar con el fondo ese europeo, que crearán los propios bancos. ¿Nos van a devolver a los países rescatados –esos que en el norte llaman periféricos- el dinero invertido? Me parece mucha casualidad, cuando corren rumores de que, si en Alemania hiciesen el test bancario que hicieron en España, tendrían que rescatar muchos bancos, al igual que en otros países del norte, que se saquen de la manga ese fondo de rescate. A mí me suena a lo de siempre, pero con países en vez de ciudadanos: los que menos tienen se lo pagan ellos, mientras a los que más tienen se lo acabará pagando el fondo. Aunque, eso sí, el señor de Guindos sabe más del asunto que yo. Y él está contento.
“ALONSO CHÁVARRI”