No parecen muy hábiles nuestros gobernantes de la UniónEuropea, a tenor de las consecuencias que traen sus decisiones, no para ellos, naturalmente, sino para los curritos de a pie, en este caso para los agricultores españoles, también los riojanos, entre otros. La habilidad de los gobernantes admite una doble lectura: por un lado, tenemos dirigentes habilísimos, sobre todo en el arte genérico de la corrupción, bien sea defraudando a la HaciendaPública, bien sea manipulando el dinero para los cursos de formación u organizando ERES fraudulentos, bien sea recibiendo comisiones ilegales por favorecer adjudicaciones de servicios públicos, bien sea por …, como vemos en los inacabables casos que aparecen en los tribunales y, sobre todo, en las páginas de los medios de información. Sin embargo, esta innata habilidad para el chanchullo se torna en torpeza, cuando se trata de defender los intereses de sus gobernados, a los que les ocurre como a los cazadores del Romance de Rico Franco:
“A caza iban, a caza,
los cazadores del rey,
ni fallaban ellos caza,
ni fallaban que traer.(…)”
La última torpeza la han cometido, los dirigentes dela UniónEuropea, por meterse donde no les llaman – me refiero al litigio, que ya es un avispero, de Ucrania, litigio al que no les han llamado, para acudir, los ciudadanos europeos, aunque quizá les hayan llamado otros a quien hacen más caso-. Han olvidado que en el planeta global, en que nos hallamos, el efecto mariposa puede traer consecuencias inesperadas, si no se miden bien los pasos políticos que se dan. Pues bien, los gobernantes europeos se lanzaron alegremente a apoyar al régimen ucraniano, surgido de manifestaciones y algaradas –no sé si con razón o sin ella, que no es esa la cuestión y toda situación tiene dos caras-, sin sopesar suficientemente la reacción del gigante ruso ante tal postura, poco amable con los intereses estratégicos de los exsoviéticos. Ahora las consecuencias las están pagando los productores españoles de frutas, verduras y carne de cerdo, que están viendo caer los precios y van a pasar, si nadie lo remedia, por serios apuros económicos. Esto se llama falta de previsión, y la principal misión de un gobernante es prever las consecuencias de sus decisiones, pero pedir esto a los dirigentes dela UniónEuropease me antoja pedir peras al olmo.
No estaría mal que, por una vez, Europa mirase por los intereses de los suyos, en vez de hacer seguidismo sin pensar, y recordase la canción de Antonio Machado:
“Despacito y buena letra:
el hacer las cosas bien
importa más que el hacerlas.”
“ALONSO CHÁVARRI”