>

Blogs

alonsochavarri

La plazuela perdida

LA HUELGA, LAS OPOSICIONES Y EL FACHA

Se acerca la huelga general, esa huelga alentada por unos y denostada por otros, pero que ya cuenta con cinco millones de huelguistas forzosos, los que no tienen trabajo, entre ellos la mitad de los jóvenes del país. Y es que al trabajo, en estos momentos, “ni está ni se le espera”. Me decía un amigo que los parados no encuentran trabajo porque no tocan en la ventanilla adecuada, que deberían apuntarse todos en un partido político con poder en su comunidad o ayuntamiento, pues, visto lo visto, es la mejor forma de encontrar trabajo. Si se estudian con detenimiento los últimos movimientos laborales en el sector público, en cualquier sitio, se verá que han perdido su puesto de trabajo muchos trabajadores eventuales, laborales, temporales, etc., pero comprobarán que los que entraron en las administraciones en puestos de libre designación -para entendernos: enchufados, afiliados, amiguetes, etc.- no lo han perdido tanto, porque todas esas empresas públicas, consorcios o como les quieran llamar, siguen, en general, gozando de buena salud. Llama la atención que la facilidad que se tiene para recortar sueldos o pagas de funcionarios y para subir impuestos, no se tenga para eliminar esas miles de empresas públicas que hay en España –en La Rioja, es verdad, no es donde más empresas públicas hay-, que nos cuestan un riñón y en las que no se entra por oposición precisamente. Yo soy un firme defensor del sistema de oposición, pero del auténtico, aquel en el que los tribunales no conocen a nadie y a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga, pero la izquierda y los sindicatos nunca han gustado de este sistema tan justo, ellos sabrán por qué, y parece que prefieren concursos de méritos o similares; incluso para ser ministro, me merece más confianza, pongamos por ejemplo, Soraya Sáenz de Santamaría, número uno de una dura oposición, que otros casos conocidos de ministros o ministras sin formación demostrada y que hacían pasar vergüenza ajena. Es evidente que los inteligentes y trabajadores tienen la misma probabilidad, en el peor de los casos, de ser corruptos que los políticos de oficio -yo creo que bastante menos-, pero su trabajo lo harán mucho mejor y, en el caso de altos cargos, no podemos permitirnos el lujo, por la cuenta que nos tiene, de que hagan mal su trabajo por falta de formación. Un número uno siempre es una garantía; y no hay que confundir la igualdad de oportunidades con que tengan igual probabilidad, de llegar a un buen puesto, el inteligente y trabajador que el torpe y vago. Eso sería como derribar la propia casa a cabezazos. Sí, la huelga se acerca. Una huelga en la que los autónomos cerrarán las puertas al paso de los piquetes, para abrirlas después, en la que se imposibilitará hacer sus rutas a los transportes, en la que habrá presiones para hacerla o no hacerla y en la que el seguimiento será disparatadamente distinto, según qué organismo dé los datos. Lo de siempre. ¿No sería mejor dejar que cada cual haga lo que quiera libremente, sin piquetes informativos, democráticamente? Igual es que yo no entiendo bien lo que es la democracia. O que me estoy haciendo viejo. O facha. ¡Vaya usted a saber!
“ALONSO CHÁVARRI”

Temas

Por Jesús Miguel ALONSO CHÁVARRI

Sobre el autor


noviembre 2012
MTWTFSS
   1234
567891011
12131415161718
19202122232425
2627282930