Hace tiempo que se están lanzando globos sonda, desde distintos púlpitos políticos y empresariales, sobre la reforma del sistema de pensiones, que consideran necesaria. Aducen para sus propósitos, que en el fondo no son otros que gastar menos dinero en pensiones, que el actual sistema, tal como está, es insostenible. Vienen a mi memoria aquellas palabras, no demasiado lejanas, de un presidente del gobierno español que decía algo así: “Esto es muy fácil, cada año las pensiones subirán automáticamente lo que haya subido el I.P.C.”. Y creo que así se estableció en el pacto de Toledo, que tan bien funcionó durante muchos años. Ahora parece que dicho pacto no sirve y se lo han cargado. No les sirve a algunos porque quieren ahorrar dinero en pagar a los pensionistas, pero el dinero se puede ahorrar en muchas cosas, que no tienen por qué ser las pensiones, y se me ocurren unas cuantas, como seguro que se le ocurren a cualquier lector de nuestro diario, pues están más que sabidas por todos.
El año pasado congelaron muchas pensiones y este año van por el mismo camino, pues esa propuesta de subirlas un 0,25% es lo más parecido que he visto a una congelación. A nadie se le escapa que un trabajador, que ha estado cotizando para tener una pensión decente durante gran parte de su vida, con esta política de congelaciones, se encontrará, en pocos años, con una pensión ridícula, en comparación con la que esperaba, lo cual perturbará grandemente su nivel de vida.
Hay quien aprovecha que el Pisuerga pasa por Valladolid para hacer negocio, proponiendo como solución que los trabajadores se hagan un plan privado de pensiones, pero casi todo el mundo sabe que los planes de pensiones sólo son solución para quien no los necesita, pues el trabajador mileurista, que es la mayoría, no puede ahorrar para el plan y, si lo hace, es una cantidad que jamás le solucionará la jubilación. Así que parece que todo se va encaminando hacia una reforma del sistema de pensiones, que no será para el bien del pensionista ni del futuro jubilado, sino para ahorrar en el gasto. El debate hace tiempo que se está dando en distintos foros y se escuchan propuestas para resolver el problema del gasto en pensiones, sin caer en la cuenta de que eso no es ningún problema, el problema ha estado en gastar el dinero en otras cosas que todos sabemos. ¿Por qué no se vuelve al pacto de Toledo y se ahorra en otras partidas en las que se derrocha? Como no veo a los actuales grandes partidos políticos en disposición de solucionar esto, sólo se me ocurre que aparezca un partido político dispuesto a llevarlo a cabo. Y, si no, habría que crear el partido de los Pensionistas, cuyo único punto programático sería mantener el poder adquisitivo de las pensiones, actuales y futuras. Seguro que encontraría partidas en las que ahorrar ese dinero necesario. Muchas.
“ALONSO CHÁVARRI”