Para descubrir por qué le mar es salado debemos echar la vista atrás. Muy atrás en el tiempo. Hasta hace 4.000 millones de años, cuando se formaron los océanos. Éstos son salados porque tienen disueltas sales minerales.
Las sales proceden de la inmensa cantidad de fumarolas y cráteres volcánicos que emanaban magma y gases ardientes. Poco a poco el vapor de agua fue enfriándose y los demás gases se condensaron y comenzó una abundante lluvia que originó los mares y océanos. Entonces, el agua fue acumulándose sobre la superficie terrestre y arrastró materiales que terminaron también disueltos en los océanos.
La concentración de sales ha ido variando durante miles de millones de años y hoy en día el aporte de sales a los mares y océanos es muchísimo menor que cuando se formaron, aunque la salinidad se mantiene por una pequeña cantidad de sales que se han disuelto en el agua de los ríos a su paso por las rocas y por el aporte de los volcanes submarinos y de las fumarolas hidrotermales.
Las sales se acumulan en los mares y océanos porque no tienen salidas de agua y sólo pierden agua por evaporación.