7.500 votos en Logroño bien valen la empresa. Ése será el principal argumento que, tanto el PR como Ciudadanos de Logroño, esgrimirán cuando escenifiquen el fruto del nuevo acercamiento político entre ambas formación.
En este sentido, el fracasado pacto inicial del 22-M dejó tanto al PR como a Ciudadanos de Logroño fuera del concejo municipal, si bien la sorpresa fue mayúscula sobre todo para los regionalistas, que sentían y presentían que su labor como socio de gobierno de la pasada legislatura les iba a procurar una representación segura, incluso mayor.
El PR anda desde entonces cabizbajo. Su presidente, Miguel González de Legarra, se cuestiona si merece la pena seguir entrando a saco en el complicado y apuntalado políticamente sector del vino o incluso continuar denunciando actividades ilícitas e ilegales, como las dela familia Vallejo en el caso del viñedo.
Ni su labor municipal ni su osadía para entrar en terrenos donde el PSOE ni las huele tuvo reflejo en las urnas. Así las cosas, el mayor efecto de las elecciones, y lo que te rondaré morena porque el plan de austeridad de Pedro Sanz tendrá prolongación en los grupos parlamentarios, ha sido la merma de los ingresos, tanto por la pérdida de los concejales como porque los regionalistas han dejado de ‘tocar pelo’ en las concejalías de Urbanismo y de Casco Antiguo.
Como siempre sostuve en esta ensalada, el PR y Ciudadanos de Logroño mantenían simpatizantes comunes, los interesados promotores de la construcción, pero hoy varios de ellos están en suspensión de pagos técnica y están siendo sujetados por bancos temerosos de que los procedimientos concursales afloren sus reales activos tóxicos.
Es decir, el PR está herido de muerte económicamente, por lo que el nuevo intento de fusión con la formación que encabeza Julio Revuelta parece más que otra cosa un intento ala desesperada. No me sorprende porque el ex alcalde asumirá ahora, como pretendía, todo el protagonismo municipal logroñés del nuevo PR, con un horizonte a largo plazo y sobre todo en un vagón de primera sin compañeros de viaje, una vez ‘amortizados’ Ángel Varea y Miguel Gómez Ijalba.
Y tampoco me sorprende por parte del PR que, como decía, está desorientado y su máximo dirigente preguntándose qué ha hecho tal mal que justifique el batacazo electoral. Pero lo que tengo claro es que lo que sigue su curso es el plan a largo plazo de Pedro Sanz de hundir la formación a costa del estrangulamiento financiero, incluso viento en popa con la bandera de la austeridad ondeando en el mástil y pese al nuevo intento de ‘abordaje’ de Julio Revuelta.
(*) La imagen es de mi compañero Alfredo Iglesias