Ciudadanos de Logroño deshoja
No me atrevo con las apuestas. Todo indicaba que la causa de la ruptura de las negociaciones con el Partido Riojano era la renuncia de Julio Revuelta que, aconsejado por su entorno más próximo, había decidido nadar y guardar la ropa a la vista, y a la espera, de nuevas sacudidas encabezadas por el presidente de su ex partido, Pedro Sanz, quien no dudó a la primera de cambio en disparar con bala.
Lo cierto es que la comidilla periodista, y las apariencias, dan por hecho la lista. En este mar de dudas, de lo que no tengo ninguna es de que el ex alcalde vuelve, además de por ego, por encargo. Su casi efímero paso por la vida laboral privada fue al servicio de quien fue, y el que será, o iba a ser, dirigente destacado del nuevo partido trabaja también para quien trabaja. Leeré atento la hipotética lista por si en algún puesto aparece quien fue en su día su mano derecha en el Consistorio y concejal de Urbanismo, José Musitu, que también trabaja hoy para el mismo y omnipresente sector, aunque en el ‘otro lado’: para una de las promotoras de la polémica ‘ecociudad’, contra la que ya públicamente se ha manifestado el ex alcalde. Mantengo, más por cabezota que por otra cosa supongo, la tesis de que Revuelta es en realidad un infiltrado del PP, que ya barajé en un post anterior. Después de la amortización, y luego enjabonada, de Ángel Varea, es una de las pocas con cierto -aunque poco, lo admito- sentido.No tengo acceso a Ciudadanos de Logroño, pero fuentes del PR me insisten en que hacer públicas las negociaciones con Julio Revuelta sin tenerlas cerradas de antemano fue sólo un error de buenas intenciones y que si se rompieron fue por una simple razón: ni reparto de listas ni de puestos ni de pasta, la condición sine qua non que el ex alcalde puso para compartir candidatura fue que: ¡si había un gobierno de pacto, éste fuera, sí o sí, del PP!