La estación de tren de Logroño sigue esperando un acto ‘solemne’ de inauguración, según prometió la alcaldesa Cuca Gamarra a los vecinos, cuando el gestor de infraestructuras ferroviarias Adif decidió el pasado 18 de diciembre que el protagonismo ‘inaugurativo’ debía ser en exclusiva para el tren que dejara a los primeros viajeros en los magnos nuevos andenes de una estación. Una infraestructura que, como coincidimos ahora todos, o casi todos, es más propia de una ciudad de un millón de habitantes que de la nuestra.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, puso la semana pasada el dedo en la llaga al plantear impulsar una propuesta legislativa para exigir responsabilidades penales a los gestores que asuman gastos que no estén contemplados en los presupuestos. Antonio Basagoiti, presidente del PP vasco (y una de las voces del Partido Popular en las que más sentido común encuentra este cocinero) fue más allá al poner ejemplos concretos a las intenciones del ministro y reclamar incluso responsabilidades patrimoniales: “No sólo apoyo la propuesta de Montoro, sino que la extiendo a las decisiones irracionales y absurdas, no ya desde el punto de vista penal, sino desde el punto de vista de buscar algún tipo de responsabilidad, aunque sea patrimonial”, explicó. “No puede ser que uno aquí se haga una estación de AVE porque queda muy bien en su pueblo y luego no hay quien la pague. No puede ser uno subvencione a no sé cuántas empresas de su localidad, que contrate a no sé cuántos trabajadores que él conoce, y después no haya para pagar a la Seguridad Social”.
Con dicho discurso, lo que se pregunta este cocinero se pregunta si habrá dios, o mejor dicho ministro, que quiera venir a inaugurar una estación que se tiene que pagar a ‘crédito’ (fuera de presupuesto) con las plusvalías de unos supuestos terrenos que, evidentemente, no valen ni tienen el interés que cuando se planificó su venta en el año 2003.
El tema da mucho de sí -ahí tenemos también el caso de los aeropuertos- y hay muchas obras y proyectos en la región que, una vez acabadas, carecen de contenidos e incluso recursos para su mantenimiento.
En esta ensalada no pretendemos meter a nadie a la cárcel, como plantea el ministro de Hacienda, pero sí animo a los comensales habituales a participar y para cada uno de los proyectos sin sentido que propongáis este cocinero se compromete a preguntar por su estado y por los planes que hay para ellos. ¿Alguien se anima? (*)
(*) Pdt: Si a alguien le resulta más comodo enviar sugerencias de proyectos despropósito, incluso fotos, vía mail puede hacerlo agil@diariolarioja.com o en agilrioja@gmail.com