Comentábamos unos platitos de ensalada más atrás el ‘cristo’ que hay montado por la renovación de la Interprofesional del Vino de Rioja y, por extensión, del Consejo Regulador. Las cooperativas frustraron hace dos semanas un acuerdo que impulsaban las organizaciones agrarias para sustituir el proceso de acreditación de hectáreas en el sector productor, del que las OPA huyen como si fuera el diablo.
El acuerdo en el que trabajaron iba, en cualquier caso, mucho más allá de la acreditación y, además de votaciones en bloque para temas básicos como los presupuestos del Consejo y de las normas de campaña, había un propósito de pacto para elegir un presidente del sector productor, es decir, para prescindir de los servicios de Víctor Pascual.
El actual presidente del sector asumió la dirección de la Interprofesional en el 2004 al negarse el resto del sector productor a que fuera José Ángel Alegría, entonces presidente de ARAG-Asaja. Se convirtió en presidente inicialmente para cuatro años, pero en el 2008 volvió a ser elegido gracias al apoyo de las cooperativas y de Asaja, que a ultima hora cambiaron de planes con un acuerdo se suponía que a fuego con el resto del organizaciones agrarias y cooperativas. Es decir, que fue el propio sector productor el que, como casi siempre, rompió su pacto y Pascual fue de nuevo elegido, si bien no vamos a ocultar que trabajó lo suyo para que la alternativa de José Hidalgo no llegara a cuajar.
Lo cierto es que el turno ahora, está claro, vuelve a ser del sector productor, aunque tal y como están las cosas, este cocinero se pregunta si la marcha de Víctor Pascual arregla algo. Las OPA tumbaron ayer el presupuesto de promoción del Consejo Regulador y tumbarán cualquier decisión mientras no se les permita pactar su representatividad porque no están dispuestas a acreditar las hectáreas que representan.
Pascual, como adelantamos en esta ensalada, se jubila de la empresa en la que ha estado toda su vida y tengo la impresión de que tampoco está entre sus preferencias seguir al frente de en un sector que desgasta más que una lija del siete.
Si finalmente se va, o le echan, a lo mejor más de uno debería repensar si no debiera acompañarle en este viaje por que la única lectura posible en una situación de casi récord de ventas con la que está cayendo para todos los sectores productivos (sin entrar en la calidad y el precio de las botellas) es que, pese a las organizaciones del sector, se sigue vendiendo vino.
También tengo la intuición (y algo más) de que el Gobierno de La Rioja no ve mal la marcha de Víctor Pascual porque considera que podría desbloquearse una situación que paraliza tanto la Interprofesional como el Consejo Regulador (desde el 2008 hay cuestiones personales en la mesa), pero lo cierto es que, sin entrar en si las organizaciones agrarias tienen razón o no en negarse a acreditar, lo que impide el ‘desbloqueo’ es un acuerdo entre éstas y las cooperativas para mantener la representatividad compartimentada en dos censos diferentes. Es decir, de nuevo un problema del sector productor.
En cualquier caso, no prestéis demasiada atención a esta ‘paja mental’ porque a lo mejor vuelve a ser fruto de la desbordante imaginación del cocinero. El pacto que se rompió, sospecho, ponía en manos de las cooperativas la presidencia del Consejo a cambio de compartimentar la representatividad y no acreditar las hectáreas: es decir, la jubilación de Víctor Pascual con el beneplácito del Gobierno riojano.