Lunes 27 de mayo del 2013, Barakaldo – Bilbao Exhibition Center
Llevábamos 25 años esperando lo que sucedió en la noche de este lunes en el Bilbao Exhibition Center (BEC) de Bilbao. Muchos de los que nos acunamos en el rock a finales de los 80 seguimos mirando con añoranza aquel cartel irrepetible del Monsters of Rock del 88 con Maiden, Metallica, Anthrax y Helloween. Con el lamento de que por la edad no pudimos estar en la plaza de toros de Pamplona, repasamos mil y una veces el mastodóntico y energético vídeo del ‘Maiden England’ soñando con haber estado en esa gira.
Y gracias a la revisión de sus giras míticas y la reedición en DVD de sus vídeos y documentales, la Doncella de Hierro ha cumplido nuestro sueño. Tras la desilusión del tormentón que arruinó su actuación en Zaragoza hace cinco años recordando el glorioso ‘Live after death’, la recuperación de la gira del ‘Seventh son of a seventh son’ es un regalo que ningún seguidor de la música debería perderse.
El anuncio de su presencia en los festivales Sonisphere en Madrid este viernes y Barcelona el sábado materializó el anhelo. Pero la sorpresa llegó cuando Maiden anunciaron que iniciarían la gira europea en un concierto íntimo en Bilbao a modo de ensayo general. Las 4.000 entradas volaron en pocas horas. Los que teníamos sabíamos que éramos unos privilegiados: y este lunes vivimos uno de esos conciertos únicos, irrepetibles, mágicos.
Abrieron la noche Voodoo Six con un hard rock que quiere pisar otros terrenos y no termina de estar en ninguno. El público los acogió con educación y aplaudió su actuación, pero no se involucró. La expectación entre gentes llegadas desde Francia, Bélgica, Alemania, entre otros países, y por supuesto toda España –con notable presencia riojana- iba en aumento a medida que se acercaba la hora. Íbamos a ver a una de las bandas fundamentales de la historia con su mayor montaje pero en un espacio reducido, como en un pequeño pabellón.
Como puntuales que son, a falta de 9 minutos del inicio de la actuación (20.45) sonó ‘Iron Man’ de los Sabbath, seguido del ‘Doctor doctor’ de UFO, señales de que la descarga está a punto de estallar. El delirio se desató cuando comenzó la intro con el vídeo que abre también el vídeo de ‘Maiden England’, alertando de las catástrofes naturales que advierten de la profecía del séptimo hijo del séptimo hijo. Y la locura se desató con ‘Moonchild’, el inicio soñado de un concierto. Y todo el público se puso a botar con ‘Can I play with madness’. Y el delirio estalló con una de esas perlas que sólo se recuperan en este tipo de giras conmemorativas, ‘The prisoner’. Con ‘Two minutes to midnight’ todos nos dejamos las gargantas.
Tras el primer bloque, Dickinson saludó al público llegado de toda España e introdujo el alegado antibelicista de ‘Afraid to shoot strangers’, tema del 92 que no debería estar en esta gira pero que se agradece por ser una rareza en sus últimos repertorios. Con todo, el sonido en la primera parte del concierto adoleció de fuerza y por momentos estuvo embarullado, no digno de una banda grande como Maiden. Por fortuna, con los temas mejoró hasta ser digno, aunque incomprensiblemente empeoró en el último tema.
Su inicio a medio tiempo y la dramática interpretación de Dickinson fueron la última parte tranquila del show. Desde ahí, cayeron clásicazo tras clásicazo sin apenas descanso, con la banda perfectamente engrasada, en un estado de forma excepcional, recorriéndose todos el enorme helado montaje para estar cerca de su público y sobresaliendo Dickinson, que lució un estado vocal inconmensurable. ‘The Trooper’ dio paso a ‘The number of the beast’, que mostró el gran montaje pirotécnico de esta gira, el mayor que han llevado nunca. Pese a que vimos muy pocos menores de 20 años y sí mucho veterano, la banda consiguió alborotar y hacer sudar a todos, montando la fiesta que sólo Maiden con su complicidad saben lograr.
El momento álgido del concierto llegó con el tema que, desde su primer disco, definió el sonido Maiden: ‘Phantom of the opera’. Y la respuesta fue la locura, el tema más cálido de toda la noche, con el público totalmente entregado. Y tras siete minutos mágicos, el coreadísimo ‘Run to the hills’ con el primer Eddie saliendo a escena. Y sin apenas descanso, otro regalo preciado, ‘Wasted years’ con Adrian Smith luciéndose en el coro y en el solo.
Con el público extasiado y absolutamente entregado, llegó el momento magno de la noche, la interpretación de ‘Seventh son of a seventh son’, la primera apuesta progresiva de la banda tras haber asentado a lo largo de los 80 el metal clásico. La interpretación fue fastuosa, teatral, inmensa, con el Eddie profético tras la enorme batería de Nicko McBrain reinando la escena y Dickinson mostrando su garganta privilegiada en los tonos finales.
Siguiendo con el disco homenajeado, ‘The clairvoyant’ continuó la fiesta que se convirtió en comunión absoluta en ‘Fear of the dark’. Sí, es un tema machacado, del 92, que no debería estar en esta gira, pero la complicidad que se da entre banda y público lo hace imprescindible. Y el colofón llegó con el himno ‘Iron Maiden’, en una nueva exhibición pirotécnica, entrega del público y el Eddie de la portada del ‘Seventh Son’ devolviéndonos un puñado de años.
La gente pidió más, claro. Y el sorpresón llegó al sonar ‘Churchill’s speech’, la arenga del líder británico que Maiden convirtieron en la intro de su gira del 85. Y sí, sonó el trallazo ‘Aces high’ para delirio de todo el público. Tema vocalmente muy exigente, con unos agudos estratosféricos, Dickinson sufrió pero lo defendió a la perfección. ‘The evil that men do’ fue otro agradecido regreso al ‘Seventh son’ antes de que la macarra ‘Running free’ pusiera el punto final, no sin antes Dickinson nos presentara a la banda.
Pese a que, como siempre, nos tuvieron tres minutos a oscuras pidiendo otro tema en una aclamación ensordecedora, no se salieron del guión y el ‘Always Look on the Bright Side of Life’ de los Monty Python nos indicó que el concierto había acabado. Es lo único que siempre los seguidores reprochamos a Maiden, que no se salgan del guión, que mantengan el mismo repertorio de la gira norteamericana, sin sorpresas, sin ‘Infinite dreams’ o ‘Hallowed be thy name’. Pero aun así, es de agradecer que nos regalen esta gira enorme, irrepetible, que repasa todas nuestras vidas alrededor del rock. Este fin de semana, no os los perdáis en Madrid y Barcelona, donde los veremos con nuestros Tierra Santa. Up the Irons!!
REPERTORIO:
Moonchild
Can I play with madness
The prisoner
2 minutes to midnight
Afraid to shoot strangers
The trooper
The number of the beast
Phantom of the opera
Run to the hills
Wasted years
Seventh son
The clairvoyant
Fear of the dark
Iron Maiden
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Churchill’s speech – Aces high
The evil than men do
Running Free