Vista de Peña Isasa desde Prejano, con la vertiente por la que discurre la ruta.
Prejano ha sido noticia estos días por la inauguración de un centro cultural y museo en lo que hasta hace bien poco eran las ruinas del castillo, el mismo que exhibe una portentosa torre que ejerce de vigía sobre el valle del Cidacos desde hace más de cinco siglos. Esa misma función se puede atribuir en el ámbito natural a Peña Isasa, una atalaya sobresaliente cuyo perfil piramidal es visible en toda La Rioja Baja y parte de Navarra. Pese a sus escasos 1.500 metros de altitud, la montaña se muestra altiva y dominante sobre las serranías circundantes, una mole rocosa que reina sin competencia sobre la vega del Cidacos.
Peña Isasa fue la semana pasada el destino de otra de mis excursiones. Sabía que estaba nevado pero me sorprendió que acumulara tanta nieve tratándose de una cumbre ‘menor’ abierta además a la depresión del valle del Ebro y, por tanto, más proclive a los efectos del clima mediterráneo. El día de mi subida hacía ya cuatro días desde la última nevada, pero la capa que cubría a la montaña era todavía muy consistente a partir de los mil metros de altitud. No era la primera vez que ascendía a la cima desde Préjano de manera que sabía lo que me esperaba si bien en este caso la nieve complicaba un poco más la ascensión.
Lo que espera a quien se aventure a realizar la ruta es una acusada pendiente, algo más liviana al principio pero que enseguida demanda un mayor esfuerzo que debe intensificarse más en la segunda parte del recorrido. Como contrapartida, la marcha brinda al caminante excelentes vistas del valle del Cidacos, delimitado por los farallones rocosos de Peñalmonte al Oeste y de Sierra la Hez al Noroeste. En el fondo del valle quedan, además del mentado Préjano, los municipios de Santa Eulalia (Somera y Bajera), Herce y la más populosa Arnedo, todos recortados contra los roquedos rojizos que jalonan el Cidacos en su curso medio.
El último tramo discurre ya por los límites de un bosquete de tejos, un pequeño tesoro botánico conformado por árboles de buen porte que durante mi excursión ofrecía un aspecto irreal debido a la gran cantidad de nieve que soportaban sus ramas. En este punto, asomándonos ya hacia la peña que da nombre a la cumbre se abren amplias panorámicas hacia el valle del Ebro que se adentran hasta Navarra. Asustan las pendientes que caen desde la cima hacia el Norte y el Este. Estamos ahora en un enclave desde donde se divisa toda la línea de cumbres que se prolonga hasta Muro de Aguas y Villarroya. El roquedo final, que otorga su característico aspeco a la montaña, se alcanza enseguida. Una antena de comunicaciones sujetada con sirgas afea el peñasco más occidental mientras en el oriental se yergue sobre le paisaje una gran cruz metálica que da nombre a este segundo cabezo (Cruz de Isasa). La cumbre abre nuevas perspectivas hacia la cuencia del Alhama y la mole del Moncayo, entre Castilla y Aragón.
La gélida ventisca que azotaba la montaña la mañana de mi excursión me impidió quedarme más tiempo que el deseado así es que enseguida inicié el descenso hacia Préjano no sin antes tomar algunas de las fotografías que acompañan a este blog. En la bajada pude observar también las huellas que han dejado en el territorio las antiguas explotaciones mineras de carbón que se asentaron en las laderas de Peñalmonte para alimentar una ilusión fugaz de prosperidad para la comarca. Hoy los olivares y las viñas que se extienden por las faldas de estas sierras, además del turismo rural y los ingresos que proporcionan los generadores eólicos, son el principal sustento de sus habitantes.
Datos de la ruta
Punto de partida: Préjano, a 712 metros de altitud.
Destino: Peña Isasa, a 1.474 metros de altitud.
Recorrido: Unos 10 kilómetros ida y vuelta.
Link con el track para descargarse la ruta: http://www.mendikat.net/monte.php?numero=1684
Otros links de interés
http://wikirioja.com/wiki/Pr%C3%A9jano
http://www.castillosnet.org/programs/castillosnet.php?tip=inf&dat=logrono/LO-CAS-504















Mapa con la ruta de Préjano a Peña Isasa.
