Ya me pueden perdonar los protagonistas de esta nueva entrada en el blog, con la que retomo el hilo perdido hace ya más de cinco semanas. Julio ha sido un mes intenso de trabajo que me ha impedido mantener la regularidad necesaria para actualizar estas páginas. Ahora, ya más tranquilo, volvemos a las andadas y nunca mejor dicho. Decía lo de perdonar, porque los que aparecen en las imágenes son un grupo de amigos a los que prometí su pequeño momento de gloria en este espacio y pasado ya más de un mes desde que tuvo lugar la excursión, todavía no habían asomado por Ruta de Escape. Pero aquí están. “¡Por fin!”, dirá alguno, ¿verdad Toño? Y bien, hecha ya la introducción, nos metemos de lleno en la harina de la ruta.
De unos 18 kilómetros de longitud, con principio y final en El Rasillo de Cameros, el recorrido discurre en todo momento por los trazados del sendero GR-93 y también por un trecho de la Vía Romana del Iregua para mostrar al caminante un amplo surtido de valores naturales, paisajísticos y etnográficos de esta comarca del corazón del Camero Nuevo. Tomando como referencia la mentada localidad de El Rasillo, esta puede ser quizás la ruta senderista que aglutina mayor cantidad de alicientes para conocer en una manaña este rincón de la geografía camerana. Lo digo porque en el breve espacio de cuatro horas se atraviesan algunos de los bosques más característicos del valle medio del Iregua, desde robledales a pinares sin descartar alguna mancha de hayas; se transita por pueblos y aldeas de arquitectura típica camerana como el mentado El Rasillo, pero también Ortigosa, Peñaloscintos, Villanueva, Pradillo y Montemediano, y se descubren en el fondo de la foresta antiguos asentamientos ligados a la tradición ganadera como el despoblado de El Hoyo, hoy ya pura ruina. A ratos, cuando el trayecto se despoja de la cubierta vegetal para abrirse en pequeños claros, se abren buenas panorámicas sobre el embalse González Lacasa y también sobre el valle del Iregua, dos de los referentes geográficos que más identifican a la comarca.
Por estos lares discurrió hace algo más de un mes la excursión con ocho amigos de Pradejón, quienes, aunque medianamente preparados, salvaron con nota la escapada en un día soleado y espléndido para disfrutar del entorno. Impagables los tragos en las fuentes de Peñaloscintos y Montemediano, al igual que la sombra del chopo centenario que preside la plaza de esta última aldea de Nieva de Cameros. En Villanueva hubo visita al panadero, que sigue faenando en un horno de los que quedan pocos por la zona. Una paella cerró la jornada poco antes de despedirnos.
Aquí dejo el track de la ruta por si a alguien le apetece. Seguro que el paseo no le defrauda. Las épocas recomendables son primavera y otoño:
El Rasillo-Ortigosa-Peñaloscintos-Villanueva-Pradillo-Montemediano-El Rasillo
Mapa de la ruta