La bicicleta de montaña ocupa buena parte de mi tiempo libre durante los fines de semana en la sierra camerana. Además de actividad física y diversión, la bici me acerca a puntos de la geografía regional de gran belleza vetados para el vehículo y me descubre escenarios desconocidos que sirven para nutrir después mis archivos fotográficos. La ruta que recoge el vídeo que acompaña a estas líneas responde más al primer interés, el del sano ejercicio físico, y fue realizada un 16 de marzo, en vísperas de la primavera, pero con las alturas de la serranía aún cubiertas de nieve. La elegimos porque discurre mayoritariamente por carretera y tal y como estaba el tiempo no quisimos aventurarnos por caminos elevados donde el hielo suele ser fuete de desagradables caídas. En cualquier caso, el recorrido se puede hacer en cualquier época del año, siempre con los alicientes de circular entre tupidos bosques, atravesar pueblos plagados de encanto y disfrutar de grandes panoramas montañeros.
El recorrido ‘mountain bike’ que muestra el vídeo parte de la localidad de El Rasillo en dirección a la aldea de Montemediano, que se alcanza tras unos minutos de pedaleo de calentamiento por la carretera que une ambos pueblos. Sin llegar a internarnos plenamente en el caserío de la pedanía se toma un camino a la derecha que enseguida se interna en una dehesa de roble. Tras una corta ascensión, la pista nos deposita en un altillo con vistas al valle del Iregua desde que el que inicia un prolongado descenso hasta Pradillo. Atentos al último tramo de la cuesta, poco antes de llegar al municipio, donde se impone tirar del freno. En Pradillo se toma la carretera N-111 para bajar, paralelos al río Iregua, hasta el cruce de Almarza. Salvado el puente, se inicia una prolongada subida de unos 11 kilómetros hasta el alto de La Rasa, la primera mitad (hasta Almarza) más suave, y la segunda, más dura, con rampas y paellas que obligan a extremar el esfuerzo y consumir desarrollos de la bicicleta. Las fuerzas flaquean cuando se llega a la última recta, desde la que se divisa el cartel que corona el puerto, que resulta fatigoso alcanzar pese a su aparente cercanía. Ya en el alto, a 1.420 metros de altitud, toca descansillo y trago de agua antes de acometer el retorno por el mismo trayecto. El descenso resulta vertiginoso en algún tramo de la cuesta, especialmente hasta Almarza. Antes de llegar al Rasillo, queda aún como principal dificultad remontar la pista desde Pradillo a Montemediano y ahora el repecho que parte del pueblo es de subida, de endiablada subida, en lugar de bajada, como a la ida. Claro que antes de afrontarlo uno siempre puede tomarse un café o un pincho en el bar Los Cucharones, de Pradillo.
Datos del recorrido: Salen casi 50 kilómetros de longitud, un desnivel acumulado de 1.100 metros y tres horitas de bici, con café incluido.
Y ahora un link de la ruta.