El monte Cantabria siempre ha sido un oteadero inmejorable para divisar la ciudad de Logroño. Si además se elige el atardecer para asomarse a este balcón y se espera a que se ponga el sol y se encienda el alumbrado de las calles se ve recompensado por imágenes como éstas. Más si le gusta la fotografía, como es mi caso. Avisar también al lector de este blog que las instantáneas que siguen a continuación llevan un notable trabajo de edición, mi primera incursión en eso que se llama fotografía de alto rango dinámico (HDR, en sus siglas en inglés). Y no me extiendo más. Solo una cosa: Si tenéis algo de tiempo, podéis aprovechar para hacer una escapadita al monte Cantabria. Este veranito que parece no tener fin regala unas puestas de sol magníficas.
SE ME OLVIDABA: SI PINCHÁIS EN LAS FOTOS SE AGRANDAN LAS IMÁGENES.