Después de unos días sin refrescar el blog, retomo este espacio con un producto de temporada, el marzuelo. En realidad, hace ya entre dos semanas o tres que empezó la recolección en los montes riojanos aunque ha sido en los últimos días cuando más ejemplares se han podido recoger, a juzgar por la experiencia propia y la de otros colegas. La recién concluida Semana Santa ha sido especialmente fructífera, aunque la floración se haya producido ya en pleno mes de abril. De sobras es conocido para el setero que el marzuelo es la primera seta comestible que asoma tras el invierno y con ella se da por iniciada la temporada micológica en nuestros bosques. El aficionado sabe también que no es una especie que se deje coger fácilmente, ya que suele estar escondida entre las agujas secas de pinos, la hierba y la hojarasca, lo que obliga a agudizar la vista y a rebuscar con tesón entre el suelo. Los ejemplares que aparecen en las imágenes fueron recolectados a finales de marzo y durante la primera semana de abril tras unas jornadas de lluvias y ligeras nevadas que han proporcionado la humedad necesaria a la tierra y al mantillo de hojarasca superficial.
De las cualidades culinarias del marzuelo cabe decir que es un buen comestible, suave al paladar, aunque es recomendable ayudarle un poco para potenciar el sabor con aditamentos como cebolla, ajo, tomate o huevo. Van bien como aperitivo en un vermú y también como guarnición y un buen vino. Por aquí ya los hemos probado en todas sus variantes y repetimos cada año cuando empieza la temporada. Por ahora no hemos tenido ninguna decepción.