Su idilio fue perfecto durante mucho tiempo. Tanto, que allí fue donde se autoproclamó The Special One. Pero un buen día su historia de amor dio un giro esperado y tuvieron que despedirse, sabiendo que tarde o temprano sus caminos volverían a cruzarse. Él se marchó sin dar explicaciones; sin embargo, la afición, que siempre le ha profesado un amor incondicional, nunca le dijo adiós. 
Han pasado seis años. Seis largos años en los que su recuerdo ha permanecido imborrable en la mente de muchos seguidores blues; tiempo suficiente para enterrar el hacha de guerra y dejar atrás viejas rencillas. Y ahora, el reencuentro está cerca. El manager más exitoso de la historia del Chelsea quiere recuperar uno de los banquillos más codiciados de Inglaterra, y Stamford Bridge se prepara para recibir con los brazos abiertos a José Mourinho, el hombre que marcó una época en la entidad londinense.

“Yo sé que en Inglaterra me quieren los aficionados, los medios de comunicación. De una forma justa, me critican cuando tienen que hacerlo, pero me dan mérito cuando me lo merezco”, dijo en la rueda de prensa posterior al partido contra el Borussia Dortmund. El técnico luso está en lo cierto. La afición más caprichosa de las islas británicas (y si no que se lo pregunten a Rafa Benítez) le adora, y aguarda con impaciencia su regreso. Y sí, también es cierto que los medios ingleses le ‘quieren’, así como ellos se dejan ‘querer’…
Un sector de la prensa británica ya se está frotando las manos con la vuelta del técnico más polémico del mundo. Y es que en Inglaterra echaban mucho de menos su figura mediática sin igual, no exenta de declaraciones incendiarias y jugosos titulares.
En el pasado, los enfrentamientos entre ambos fueron una constante pero no se puede negar que, durante un largo tiempo, formaron un apasionado matrimonio de conveniencia; y con su marcha, un grupo de la prensa quedó huérfano y condenado a la especulación. La paz volvió a reinar en la Premier League pero en Inglaterra comenzaron a extrañar sus arrebatos, fuerte personalidad, ironía… y en definitiva, su omnipresencia mediática.

Su alargada sombra hizo que sustituirle fuese una tarea complicada pero el conjunto de Londres se repuso y ahora, presenta un panorama bien distinto. Una liga, tres Copas de Inglaterra, una Community Shield y una Champions League después, el Chelsea es un equipo consagrado en Europa y el próximo 15 de mayo puede proclamarse campeón de la Europa League en Amsterdam. Mourinho, que empezó a buscar casa nueva en Londres a principios de año y mucho antes de que decidiera ‘oficialmente’ irse de Madrid, ha pedido plenos poderes para gestionar la plantilla, pero Abramovich quiere que Michael Emenalo, actual director técnico, continúe. Parece que el magnate ruso no está tan desesperado.
Pero, aunque el propietario no esté dispuesto a entregarle las riendas del club a la primera de cambio, el portugués contará de inicio con el hambre de controversias de buena parte de la prensa inglesa, el apoyo de la ‘vieja guardia’ (presente en muchos y distintos rincones del club) y también, de la afición blue, esa que tantas pancartas ha exhibido este año en contra del entrenador que les ha llevado a la final de la Europa League. Las islas serán el mejor escenario para Mourinho, y el Chelsea, la obra a través de la cual tratará de llevar a cabo su mejor actuación… Welcome back Mr. ‘Special One’.