Chicago y Derrick ‘MVP’ Rose han decidido hacer realidad cuanto antes el deseo de Michael Jordan de recuperar los mejores momentos de los Bulls y reeditar los seis anillos logrados por ‘his Royal Airness’ y compañía. La cómoda victoria ante los Washington Wizards (98-79), la séptima consecutiva, les coloca ya como los nuevos líderes de la Conferencia Este, aunque el choque pasará a los libros de historia de la NBA por la aportación del equipo perdedor. En concreto, de su joven pívot JaVale McGee . Un discreto jugador que disfrutó la pasada noche de su momento más glorioso en sus tres años en la liga.
McGee consiguió un triple-doble, con 11 puntos, 12 rebotes y 12 tapones. Esta última cifra supone la mejor marca que logra un jugador en ese apartado en la liga desde que Keon Clark lograra interceptar una docena de tiros rivales el 23 de marzo de 2001 cuando jugaba con los Toronto Raptor.
El hijo de la exjugadora de la WNBA Pamela McGee -único caso en la competición- se convierte en uno más en la lista de los grandes especialistas que han dominado los aros de la liga y que, incluso, han hecho cambiar las normas para limitar la superioridad que les permite dominar el juego por encima del aro.
Olajuwon, líder histórico
Pese a ser una clasificación defensiva, algunos de los grandes talentos ofensivos se entremezclan con nombres clásicos. De hecho, la lista de los grandes taponadores de la NBA la encabeza el bailarín Hakeem Olajuwon, el pívot con mejor juego de pies sobre el parqué, que superó el anterior registro de otro gran anotador, Kareem Abdul-Jabbar.
En los últimos años, ha sido Dwight Howard el dominador. El jugador de los Magic no es precisamente un estilista como los dos anteriores, pero Supermán es el último gran pívot capaz de someter a sus rivales en las dos canastas.
Es cierto que esta referencia no empezó a contabilizarse hasta mediados de los setenta, por lo que algunos de los grandes postes de las primeras décadas de la competición, como George Mikan, Bill Russell o Wilt Chamberlain no aparecen en la relación. Con todo, sí hay hueco para algunos nombres que, de no haber sido por esta lista, caerían en el olvido absoluto. Así, el gigante mormón Mark Eaton, disfrutó de una plácida y larga carrera en los Jazz de Utah, bajo la sombra de la maestría de Karl Malone y John Stockton, centrado en evitar las canastas de los adversarios hasta promediar el mejor porcentaje de ‘gorros’ por partido, con 3,5.
El caso más significativo es, sin duda, el de Manute Bol. Este sudanés de 2,32 metros, miembro de la tribu de los dinka, fue más conocido por su desgarbada facha, resultado de sus interminables y famélicos brazos y piernas, que por sus méritos deportivos. Pese a todo, cerró su década en la NBA como uno de los mejores intimidadores de la historia y con la peculiaridad de haber sumado más tapones que puntos en su trayectoria.