Así están las cosas en Francia: los periódicos, por los suelos. La imagen es de una protesta de trabajadores del diario France Soir, que tomaron las oficinas del periódico, tirando por los suelos miles de ejemplares. ¿El motivo? Que una de las cabeceras otrora emblemáticas (llegó a vender 1,5 millones de ejemplares en los 60) deja su edición papel para ser, desde ahora, únicamente digital.
Que los periódicos franceses estén mal no es novedad. De hecho, tal y como está el patio, la novedad sería que no lo estuvieran. Pero Francia tiene sus propios problemas, que pueden servir de lección a los demás.
Por ejemplo, no ha sido raro ver a los editores de los diarios pedir ayudas institucionales a la prensa, tomando como modelo las francesas. Lo que pasa en el país vecino (que el año que viene dedicará unos 600 millones de euros públicos a ayudar a sus periódicos) aclara que ésa no es precisamente una solución a prueba de bombas. Las empresas agradecerían las ayudas, pero si piensan que ésa es la solución, pisan terrenos muy resbaladizos.
Por ahora, veremos cómo una gran cabecera europea se queda en edición digital. El corolario es el despido de un centenar de periodistas. Pero será interesante observar si un cabecera con tanto nombre tiene futuro olvidándose del papel. Lo cual viene a ser como ver una película de terror: ahí está el escenario futurible que uno quisiera no ver… pero que ve.