Uno tiene el don de la predicción desde que era niño: y el de la oportunidad. O sea, que tiene tendencia a no acertar nunca sus predicciones y a hacerlas en el momento menos oportuno. Hoy, por ejemplo: a eso de las seis de la tarde, con los pies encima de la mesa de la redacción. “Me parece a mí que si no volvemos a mirar hasta las 9 de la noche, todo seguiría igual“.
Eso se llama llamar a las desgracias. Un cuarto de hora después aparecía la noticia de la muerte de Amy Winehouse .
Son las cosas de la vida. Pero no quería yo hablar de mi proverbial falta de oportunidad, sino de otra cosa. A mi lado, un compañero decía: “Espero, que voy a mirar…”. Y terminaba: “Efectivamente, ya está en la Wikipedia.
Y es que de un tiempo a esta parte la Wikipedia se va convirtiendo en algo para lo que, es de suponer, no estaba pensada: una fuente de información de actualidad. No hay web con más fuentes: básicamente, toda la red habla con la Wikipedia. Y esa enormidad de contribuyentes le dan una capacidad de actualización (y una exactitud, ojo) casi imbatibles.
Wikipedia es, a estas alturas, el único “periodismo ciudadano” que merece tal nombre… aunque probablemente ninguno de los que contribuyen a ello se llamaría a sí mismo “periodista”. O quizá precisamente por ello