Sostiene Florentino Martínez (Luberri) –hasta que pasados los 50 el médico le dijo lo contrario– que la medida ideal de consumo para una persona madura es una botella de 70/75 centilitros por comida.
No sé si tanto –aunque yo soy más de Florentino que del médico–, pero lo cierto es que en en los últimos años en España nos hemos quedado muy, pero que muy, lejos. Marqués de Cáceres acaba de lanzar al mercado Excellens, un vino que bautiza como rosé (en alusión a los rosados de la Provenza): rosado pálido, de color muy brillante y limpio, que, según me cuentan, es lo que más le ha costado conseguir al veterano y excepcional enólogo Fernando Gómez.
El vino entra por la vista y el Excellens Rosé aspira a captar la atención visual de los jóvenes con esos tonos rosas limpios y brillantes, aunque, en este caso, entra también perfectamente por la nariz y por la boca, con frescura y viveza y con aromas muy agradables de la garnacha sangrada (variedad principal) combinada con los toques cítricos de la viura (15%).
Un vino con chispa y refrescante, de primavera y verano, de terraza (pizza, pastas, ensaladas) y de alterne, con cuyo nombre además (rosé) seguramente Marqués de Cáceres acierte en ese intento de acercarse al consumidor joven: si triunfó el Lambrusco por qué no un vino de calidad como éste, incluso en las noches de Pachá…
Excellens Rosé: Marqués de Cáceres
Bodega: Marqués de Cáceres (Cenicero). V
ariedades: Garnacha (65%), tempranillo (20%) y viura (15%).
Precio: 5 euros.