Después de cuatro semanas de ausencia, el Haro Rioja Voley regresa hoy a casa, a El Ferial, para jugarse el pase al play off por el título. En frente, a partir de las 18 horas, tendrá a un rival directo (y también casi un hermano), el Universidad de Burgos, ante el cual le basta un punto (es decir, ganar dos sets, aunque se pierda el partido) para desbancarlo de la lucha por la Superliga y entrar matemáticamente en el play off. A pesar de lo comprometido del partido, en el polideportivo de Haro se espera que haya un ambiente festivo. El equipo ofrecerá la Copa de la Reina ganada en Salou a su afición, los equipos del Club Voleibol Haro se harán la tradicional foto de familia y, además, los socios del Burgos podrán acceder gratuitamente a la cancha gracias al acuerdo existente entre los dos equipos, que guardan buenas relaciones. Por tanto, se espera el lleno.
No obstante, la amistad durará hasta que comience el partido. El Universidad de Burgos se juega esta tarde todas sus opciones de salvar una irregular temporada en la que aspiraba a todo y aún no ha logrado nada. Las burgalesas son quintas en la clasificación y deben ganar a Haro, que es tercero, sumar tres puntos y esperar otros resultados para meterse en el play off. El Haro, aunque no lo tiene fácil, al menos cuenta con varias ventajas: depende de sí mismo, tiene dos partidos (dos oportunidades) para conseguir una victoria y así entrar matemáticamente en el play off y esos dos encuentros los juega en casa. Pero las jarreras quieren resolver su clasificación cuanto antes porque, de lo contrario, el siguiente compromiso será aún más complicado, ante el Nuchar Eurochamp Murillo, que no juega este fin de semana.
«Burgos tiene mucho potencial, pero no le están saliendo bien las cosas», explica el entrenador del Haro, Manuel Berdegué. El club universitario cuenta con algunas dudas, como la de la central Miloserdova. En cambio, recupera a la líbero y ex capitana del Haro Chiqui Blas, en el que será su retorno a la que fue su casa durante siete años. «No tienen ya nada que perder y, si vienen con todo y juegan al nivel que saben, va a ser un partido duro», augura Berdegué. El Haro cuenta con sus ocho jugadoras más las dos juveniles habituales que completan las convocatorias en casa (Traspaderne y Martínez).
Los duelos entre Haro y Burgos siempre aseguran buenos partidos de voleibol. Y en la liga regular a las jarreras siempre se les han dado bien las burgalesas, hasta esta temporada, en la que perdieron en El Plantío por 3-1 (25-22, 18-25, 25-22 y 25-14). «Entonces fue clave el tercer set (con un 1-1 en el marcador), lo perdimos y después regalamos el cuarto. Burgos es un equipo que, si se ve por detrás, no reacciona, pero tiene jugadoras muy interesantes», advierte el entrenador jarrero. En cambio, a favor del Haro también juega una racha de seis partidos consecutivos sin perder (tres de liga y tres de Copa), durante todo el mes de marzo solo ha cosechado victorias ante todo tipo de rivales (Menorca, Murillo, Cuesta Piedra…). «Para nosotros, jugar bien es sufrir. Y debemos disfrutar sufriendo, si conseguimos un nivel alto de juego, de recepción… para ganar. Si nos falla la concentración, somos un rival asequible», asegura Berdegué.
Con el triunfo en la Copa se puede pensar que el Haro ya ha cumplido con creces el objetivo de la temporada, pero hay más ambición en el equipo. «La Copa nos ha dado confianza. Todas las victorias son balsámicas. No tenemos una presión añadida, pero debemos apelar a la ambición personal de las jugadoras. A ver hasta dónde llegamos», declara el entrenador, y añade: «Al fin y al cabo, esto es espectáculo y ellas tienen que disfrutar. Somos conscientes de que el partido va a ser difícil, pero hay que afrontarlo».