Después de vivir el sueño de las reinas, probar el asfalto de la dura realidad es costoso. Pero la Superliga tiene implícitos estos altibajos, un fin de semana ganas la Copa midiéndote con un igual y otro liquidas a un rival de nivel juvenil en 53 minutos de juego. Esto fue el partido que disputó ayer el Haro Rioja Voley frente al ACE Gran Canaria, un equipo con nociones y cierto estilo pero escasa calidad, sobre todo, para medirse seriamente ante el bicampeón de Copa de la Reina.
Desde el primer set el entrenador local José Miguel Pérez cumplió lo prometido: dar juego a las menos habituales, suplentes de categoría contrastada como Rivero y Alsedà (todo un lujo tenerlas en el banquillo). Y las dos cumplieron con creces su papel protagonista. Las dos llevaron la batuta del juego jarrero en los primeros compases del encuentro, facilitando la colocadora balones a la punta en zona 2. Con una buena defensa, el 8-2, el 16-6 y el 21-8 de los parciales del primer set resultaron arrolladores. En la recta final se incorporaron la central Sánchez-Solé y la líbero Traspaderne. El juego no fue espectacular, aunque sí efectivo, y el Haro ganó el primer set con autoridad, sobre todo gracias a seis bloqueos que taponaron los pocos ataques canarios.
El saque fue clave en el segundo set. El Haro quiso apretar el juego desde el inicio y provocó muchos problemas en la recepción del Gran Canaria, una de sus mejores bazas hasta que las jarreras la hicieron tambalearse. Cuatro tantos directos de saque del Haro y la efectividad de Wood convirtiendo penaltis sobre la red volvieron a marcar abultadas diferencias en los parciales (8-3, 16-4 y 21-8). Destacó el buen trabajo defensivo de Traspaderne y los remates de Garrido, Rivero y Helia hasta anotar el 25-20 final.