No lo esperaba pero se lo merecía. La capitana del Embalajes Blanco Tramek Murillo, Daniella da Silva, fue elegida MVP de la final Superliga. Cerca de cumplir 33 años, la opuesta brasileña ha ganado esta temporada todos los títulos en curso. Hasta el reconocimiento personal a su brillante juego.
–¡Lo ha ganado todo! ¿Feliz?
–Este año no hay quejas. Pero no ha sido fácil. Hemos entrenado cada día, mañana y tarde, con dolor… El trabajo físico ha sido muy importante. Eso se ha notado. Y el grupo de personas ha sido muy bueno.
–¿Pensaban que lo ganarían todo?
–Todo el mundo llega a pensarlo, viendo la plantilla que teníamos. Pero hace dos años también teníamos una buena plantilla y no llegamos a ganar. El esfuerzo de este año ha influenciado mucho, creo que por eso hemos llegado al éxito.
–Ganar, tras perder, ¿sabe mejor?
–Para mí, sí. Antes de ganar me ha tocado perder, por eso las victorias de este año me saben a gloria. Me vienen muchas cosas a la cabeza y veo que ha merecido la pena porque tengo a mi familia lejos, en Brasil, y hace mucho que no los veo. Aquí me tratan muy bien, como una ‘murilleja’ más y estoy agradecida.
–Entonces, renueva seguro, ¿no?
–Nunca se sabe. Tenemos que sentarnos a hablar. Parece que la intención es la de renovar, sí. Y no es cuestión de dinero, yo valoro otras cosas. En Murillo estoy como en casa, me gusta mucho el pueblo.
–Con el MVP, ofertas no faltarán…
–Esas cosas surgen. A todos los jugadores, si juegas bien, les llegan las oportunidades. No me he parado a pensarlo, pero puede ser. Tengo que pararme a escuchar y aclararme.
–Rompió a llorar (de alegría) cuando recibió el premio. ¿Por qué?
–¡Y hasta ahora! Porque es mi primer título individual en España. Cuando era juvenil logré alguno en Brasil, pero es el primero en diez años que llevo aquí. Siempre alegra. Y me ha llegado en un momento en el que me encuentro muy bien física y mentalmente. Pero lo más grande son los títulos del equipo. Parece una tontería, pero necesito a todas las compañeras para jugar bien. Por eso se lo dedico a ellas.
–¿No esperaba ser la MVP?
–No, no lo pensaba. Estaba muy feliz por ganar el partido, ¡por el set que conseguimos remontar! Estaba hablando con Fernanda de otras cosas y, de pronto, oí mi nombre. No olvidaré nunca ese momento.
–Ya no pasará desapercibida…
–Si te olvidas cinco minutos, viene uno del pueblo, te da la enhorabuena, y te lo recuerda.