El trabajo de los equipos riojanos de Superliga con la cantera sigue dando frutos. La pasada temporada María Eguíluz entrenó con la primera plantilla y entró en las últimas convocatorias de los partidos de Nuchar Eurochamp Murillo en Superliga 2 y las jarreras Pilar Blanco y Carmen Bóveda debutaron con el Haro Rioja Voley de Superliga. En la presente temporada el recorte presupuestario ha obligado al club de Haro a contar con una plantilla corta, de solo diez jugadoras, por lo que la presencia de canteranas en el primer equipo es casi obligada. El entrenador del Haro Rioja Voley ya declaró, al inicio de los entrenamientos del equipo, y respecto a las canteranas jarreras, que «es muy prematuro que estén con el primer equipo, pero para conformar un entrenamiento de doce y para tener una función específica en competición creo que sí. Ese puede ser un objetivo del club y me parece una buena filosofía».
Dicho y hecho. La colocadora Patricia Martinez y la receptora Alejandra Traspaderne, las dos jugadoras juveniles del filial, el Valenciso Voley Haro, han sido convocadas por Berdegué para entrenar con el primer equipo. Traspaderne ya llegó a entrenar con el Haro Rioja Voley el año pasado y, durante esta pretemporada, el retraso en la incorporación de Anicia Wood (provocado por los trámites burocráticos del visado) ha incentivado su incorporación puntual con el primer equipo. Para el Club Voleibol Haro, «esta noticia vuelve a demostrar el trabajo de calidad que se hace con la cantera del club y que el sueño llegar a la elite del voleibol no es imposible para nuestras chicas». Desde hace algunas temporadas la argentina Cinthya Novas es la encargada de coordinar la cantera jarrera. El entrenador, Manuel Berdegué, también ha ofrecido su opinión: «Para el club, el trabajo de cantera es parte de la filosofía del mismo. Desde prebenjamines hasta el equipo de Segunda División, gran parte del éxito social del Club Voleibol Haro se sustenta en toda la gente movilizada que entrena y ayuda al equipo de arriba». «Por diversas circunstancias, este año tenemos una plantilla corta, y aprovechamos los entrenamientos específicos de técnica para ir incorporando jugadoras juveniles», explica Berdegué, que añade: «Pretendemos que se convierta en habitual y, en concreto, ir formando a las dos jugadoras que participan con el equipo de Segunda División. Sin presión, como parte de su entrenamiento, la posibilidad de ir incrementando trabajo especializado, y por qué no, ponerlas en perspectiva de sus opciones para colaborar en el rendimiento del primer equipo».
Durante la pasada temporada Diario LA RIOJA ya se hizo eco de la presencia de la cantera riojana en los equipos riojanos profesionales de voleibol femenino:
A menudo, los equipos deportivos punteros en La Rioja, una vez que llegan a la cumbre, que quedan sin jugadores riojanos en sus plantillas. Para evitar eso, los clubes del voleibol en La Rioja trabajan ya con la cantera. El Haro Rioja Voley comenzó la temporada incorporando a los entrenamientos de la primera plantilla, que juega la Superliga, a las jóvenes jarreras Pilar Blanco y Carmen Bóveda. La presencia de canteranas en el siete titular «es un objetivo. La próxima temporada será la segunda en la que se podrán ver jugadoras riojanas en el Haro de Superliga», explica Xavier Perales, entrenador del Haro Rioja Voley.
Aunque es habitual ver a Blanco y Bóveda en los partidos que juega el Haro en casa, lo cierto es que, oficialmente, solo la segunda ha debutado. Saltó a la cancha para realizar un saque en el partido contra el Playas de Benidorm que el Haro ganó por 3-0 en El Ferial en la presente temporada. Por el momento, las dos juegan en el Valenciso Voley Haro de Segunda Nacional. «La línea de trabajo que se mantiene desde hace unos años permite a las jugadoras de la cantera su desarrollo para poder llegar a estar en el equipo», afirma Xavier Perales.
Durante la recta final de la temporada, el entrenador argentino cuenta con incorporar a otra canterana a la dinámica del primer equipo, Alejandra Traspaderne. Aunque Perales es cauto, «hay que invertir muchas horas para tener el nivel de las jugadoras profesionales». De momento, Pilar Blanco, de 18 años, estudia Bachillerato, y Carmen Bóveda, de 17 años, cursa Bachillerato y también estudia violonchelo en el Conservatorio Superior de Música.
Única profesional
Por otra parte, el Nuchar Eurochamp Murillo, de Superliga 2 (y con todo a su favor para ascender), cuenta con mucha presencia riojana en su plantilla. La murillense Elena Esteban, su líbero, es ahora mismo la única jugadora riojana profesional de voleibol y la segunda que llega a la selección nacional después de la fallecida Lorena Ojeda. Esteban comparte vestuario con Esther Basurto y Sandra Pascual, formadas en el D’Elhúyar y en el Club Voleibol Murillo, respectivamente, aunque la primera nació en San Sebastián. Junto a ellas tres, el entrenador Carlos Arratia y la preparadora física Marta Pinillos también son riojanos. «Estamos orgullosos de ser el equipo que más jugadoras tiene de la cantera por número de habitantes de la localidad y, si subimos a Superliga, mantendremos esta misma línea», advierte Arratia.
En cuanto al ascenso al primer equipo de jugadoras del filial, el Nuchar Eurochamp Murdel, el técnico riojano es precavido: «Son muy jóvenes y están en etapa de formación»; pero en los entrenamientos del equipo de Superliga 2 son habituales las canteranas Laura, Aída, María y Patricia, que podrían incorporarse a las convocatorias del primer equipo, una vez que este logre el ansiado ascenso a Superliga. Quizá el caso más llamativo del Murillo sea el de la líbero de 22 años Sandra Pascual, que estudia Magisterio en la Universidad de La Rioja y estos día compagina los exámenes con partidos cruciales de su club. El sábado tuvo que sustituir a última hora a la titular Elena Esteban y gracias a su buena actuación ha sido incluida por la federación en el siete ideal de la pasada jornada. Ella opina que «es la recompensa a tantos años de entrenamiento». Lleva jugando a voleibol desde los 9 años. Las tres jóvenes riojanas, Blanco, Bóveda y Pascual, tienen pensado ampliar sus estudios el próximo curso y cuentan con seguir jugando a voleibol, si no en Haro o en Murillo, en otros clubes.