El Nuchar Tramek Murillo ha reaccionado rápido tras la baja que ha producido en el equipo Regina Miloserdova. Ayer mismo incorporó a su plantilla a Marisa Fernández, una nueva central nacional, andaluza, de 1,94 metros, 30 años y cien veces internacional con España. «Primero quiero dar las gracias a Regina por la buena disposición para solucionar el problema surgido y por el mes y medio de trabajo realizado en Murillo», declaró Carlos Arratia antes de presentar el nuevo fichaje de Marisa.

     El trámite para incorporar a la nueva jugadora ha sido meteórico, en una semana se negoció y ayer ya realizó el primer entrenamiento con su nuevo equipo, en el que se encuentran varias excompañeras como El-Ammari, Meleán y Esteban. «Marisa es una central que completa una línea muy alta, inteligente y con gran movilidad y bloqueo», describió el entrenador Arratia, refiriéndose también a Jéssica González y Fernanda Gritzbach.

     «Murillo ahora es mi casa», declaró ayer Marisa Fernández, «y vengo a trabajar e intentar conseguir los objetivos abiertos: la liga y la Copa».  La jugadora regresa a España después de haberlo ganado todo con el extinto Murcia 2005 y tras haber jugado en las ligas de Grecia, Italia, Azerbaián y Rusia. «Me fui porque quise probarme como jugadora, enriquecerme como persona y como profesional, y salió bien porque he jugado a nivel del mejor voley mundial», explicó Marisa. Su regreso, ahora, es a un equipo pequeño pero que aspira a todo, con una plantilla que, según ella misma, está «muy compensada, con veteranas de mucha calidad y jóvenes muy trabajadoras».

     La llegada de Marisa Fernández, fija en la selección española, confirma a Haro y Murillo como los clubes más grandes del voley nacional. «La seriedad de los equipos riojanos hace que todas queramos venir aquí ahora», afirmó Marisa.