Cada gato es único y, cuando decidimos incorporar un gato a la familia, debemos tener claro que, detrás de lo que vemos, hay un mundo por descubrir en cuanto a carácter, afinidades, gustos…. Etc.
Hay gatos que adoran los brazos; Otros en cambio, prefieren mantener cierto espacio personal aunque, en ocasiones, elijan descansar pegados a nuestro cuerpo. Los hay parlanchines y, en cambio, otros no dicen ni miau.
Hay gatos activos y deportistas que pasan el día escalando y, por el contrario, hay gatos tranquilotes y pachones, que prefieren un buen cojín donde pasar el tiempo. Los hay ronroneadores y los hay discretos, los hay grandotes y otros menudos…… Hay gatos para todos los gustos y, conocer a nuestro gato, es la clave para respetar su naturaleza y no crearnos falsas expectativas que, a la larga, minan la relación.
Cuando llega un gato a casa
Al igual que cualquier ser vivo, el nuevo gato, necesita un lógico periodo de adaptación que será más o menos largo, en función del carácter del animal y de las experiencias previas que haya vivido.
Así los cachorros, suelen llegar despistados al faltarle la referencia materna, pero pronto, se acoplan a las rutinas de la casa y se sienten en su salsa. Sin embargo, es importante no perder de vista que los cachorros, irán manifestando su carácter a medida que crezcan y, no debe extrañarnos que el gatito que nos seguía a todos lados, vaya desapegándose en favor de otras actividades (correr, explorar, cazar los juguetes..) sin que ello signifique que no siga siendo un animal cariñoso o de casa. Lo que ocurre es que, al madurar, va asentando carácter y gustos en función de su carga genética y de lo que haya experimentado durante la etapa de cachorro.
Hay cosas importantes a trabajar durante la etapa de cachorro como el tema de las mordidas. Los peques juegan mordisqueando y cazando todo lo que se mueve (incluidas manos y pies) por lo que, es importante moldear este tipo de juego, ofreciendo sustitutos adecuados al gatito como plumeros o juguetes para que pueda dar rienda suelta a sus instintos.
En el caso de los adultos, la mayoría siguen pensando que las hembras son más cariñosas cuando, en realidad, hay machos peluches de puro mimosos. Es hora de desterrar mitos pues el carácter el animal, dependerá, en gran medida, de su historia anterior y de nuestra disposición para entenderlo y respetarlo. Cuando llega a casa, da igual que sea macho o hembra, es necesario dejarlo en un lugar donde pueda sentirse seguro (por ejemplo, su transportín) y que tenga tiempo para ir estudiando los nuevos olores, las rutinas y los sonidos que van a formar parte de su vida a partir de ese momento.
Si nos saltamos este importante paso, el animal puede ponerse a la defensiva y llevarnos mucho más tiempo ganarnos su confianza.
Cuando además hay más gatos
Nadie que yo conozca ha preguntado a su gato de casa si quería un compañero. Normalmente, introducimos un nuevo animal porque pensamos que el gato se aburre, porque nos sentimos culpables del poco tiempo que dedicamos a nuestro peludo o, en algunos casos, porque ya hay dos gatos en casa que no se llevan bien y decidimos ir a por el tercero a ver si arregla la situación.
En cualquiera de los casos, cargar al nuevo con la responsabilidad de agradar al gato anfitrión, es injusto pues tampoco nadie le ha preguntado si quería venirse a vivir con nosotros.
Realmente la responsabilidad de que todo fluya de la mejor manera posible y que los animales logren convivir en una primera etapa de forma tranquila, es únicamente nuestra. Para eso, es necesario conocer a los animales y lo que les gusta y darles espacios separados para que cada uno pueda hacer su vida sin ser molestado.
La edad es un factor importante que muchas veces no es tenida en cuenta. Por ejemplo, un gatito pequeño, no siempre será la mejor elección aunque nos enamore la foto o lo adorable que pueda ser. En ocasiones un cachorro puede dar vida a un gato mayor pero, en la mayoría de los casos, el gato adulto termina aburrido por el exceso de energía del joven. Son cosas a valorar antes de elegir un compañero para nuestro minino así que es preciso anticiparnos y, crear esos espacios seguros para dotar de cierta intimidad a cada uno. Ya llegará el momento de compartir o incluso de hacerse grandes amigos pero, por ahora, se trata de asegurar territorios para ambos de forma que se sientan seguros.
Por otro lado, tampoco podemos depositar todas las expectativas en el nuevo y pretender que, si nuestro gato, es un tanto desapegado, el recién llegado, tenga que consentir necesariamente las sesiones de brazos y de caricias que tanto deseamos nosotros. Si tienes suerte de dar con un gato deseoso de abrazos, genial. Si no, la premisa es respetar al animal si no queremos que nos lo haga saber de malos modos.
Cuando nos molesta
Hay veces que el gato es una pegatina andante y te acompaña allá donde vayas o, es un hablador imparable, o le da por jugar de madrugada, con el consiguiente desvelo.
Realmente, al gato no le ocurre nada. En los dos primeros casos poco se puede hacer. El gato es así. En el caso de gatos madrugadores, podemos ofrecerles rutinas de juego adecuadas y actividades antes de irnos a dormir de manera que favorezcamos su descanso y, por tanto el nuestro.
En resumen…
Cuando llega un gato a casa, puede que las expectativas que tenemos, no se vean cumplidas en un primer momento. El animal necesita tiempo para conocernos (igual que nosotros a él) pero, con un poquito de paciencia y cariño, pronto la convivencia puede resultar enriquecedora para ambas partes.
En el caso de adopciones, es importante dejarse aconsejar por las personas que conocen al animal (su carácter, sus gustos y aquello que no le hace tanta gracia) de manera que tengamos una foto lo más aproximada posible a la realidad del gato. De esta forma, no cargaremos al animal con una responsabilidad que no le corresponde y lo aceptaremos tal y como es.
Noah tiene 10 meses y es un gato genial que ha crecido en la guardería donde está en acogida. Necesita el calor de una familia y un hogar para demostrar todo lo buen gato que es. Sociable con personas, perros y gatos, se adapta enseguida a nuevas situaciones.
Contacto: dan.asociacion@gmail.com y dan.asociacion.madrid@gmail.com