Estamos inmersos en el debate sobre el estado de la nación. Por primera vez, un Presidente de Gobierno lo junta con un debate comunitario. No le basta con ruedas de prensa sin preguntas o con escamotear a las Cortes Generales constantemente. Ahora, intenta esconderse mezclando debates. Lamentable.

Tras una introducción farragosa y tecnócrata Rajoy ha eludido reconocer que está haciendo lo contrario de lo que prometió. El Presidente del Gobierno ha descrito un país que no es el nuestro, Rajoy no ha hablado de lo que pasa en España, ni mención de asuntos como el problema de los desahucios o de la sanidad pública, en definitiva, no ha querido hablar de los problemas de la gente.

Para Rajoy, “ni un minuto de relajación y sosiego” significa más recortes y más austeridad sin políticas de crecimiento. El marco del debate es: todo está mal, pero voy a seguir haciendo lo mismo.

En el momento en que España sufre la mayor crisis de desigualdad y de estabilidad social, su presidente presume de recortar y recortar.

Rajoy, en su intervención de esta mañana, ha pasado muy por encima de la situación del sistema financiero. Se le ha olvidado que por caer Bankia, que es la caja del PP, nuestras cajas están intervenidas.

Para defender el empleo juvenil hay que defender en primer lugar la educación pública. ¿Es posible plantear ideas contra el paro juvenil mientras se quitan becas y se suben las tasas universitarias como hace el gobierno de Rajoy?

En una cosa tiene razón Rajoy, en España no hay una situación general de corrupción. La corrupción general se da en el PP desde que saltó el caso gürtel y los papeles de Bárcenas. Debe explicarlo. Los españoles lo esperan. Los riojanos también queremos saber a qué se refiere el apunte de 200.000 euros de Bárcenas sobre La Rioja.

Vaya con la historia. Es curioso, porque la historia que quieren saber los españoles no es la de la herencia; esa la resolvieron en las urnas. Lo que quieren saber es qué sabe de los tejemanejes de Bárcenas, cuyos despachos estaban bien cerquita. La historia es que la herencia es la acumulada en los sobres de Bárcenas

Resumen: decepcionante, alejado de la realidad y de los problemas de los ciudadanos. Seguirá con su política de recortes sociales e inacción ante la crisis y la recesión.

Recesión, desempleo y desigualdad ese es el verdadero estado de la nación y lo que, por lo anunciado por Rajoy, nos espera en el 2013.

La desigualdad es el legado de Rajoy en este año largo de su gobierno. A los problemas económicos ha añadido una demolición de los sistemas públicos que garantizan la cohesión social y la igualdad de oportunidades.

Rubalcaba en su intervención ha puesto a Rajoy ante la contradicción de sus mentiras.

Cuando lo fácil para Rubalcaba hubiera sido limitarse a recriminar al Gobierno, porque hay motivos de crítica objetiva más que sobrados, ha optado por dedicar gran parte de su primera intervención a proponer soluciones y a reclamar la suma de esfuerzos de Gobierno, partidos políticos, agentes sociales y administraciones, porque la gravedad de la situación así lo requiere.

Rajoy no acepta que su gobierno está atascando la economía española y la lleva a una fractura social por los recortes. Tampoco explica la corrupción en su partido. Su única respuesta es la herencia. No tiene otra respuesta. Están noqueados y su reacción es lamentable.

Rajoy oculta la demolición de los servicios públicos leyendo informes. Rubalcaba le propone una ley para asegurar el carácter público de la sanidad y evitar la privatización que genera más desigualdad.

Rajoy nos propone un pacto contra la corrupción pensando que así queda resuelta su responsabilidad y la del PP en el enorme caso de corrupción que anida en sus filas desde hace años. Pactos sí, pero NO de silencios.

Las propuestas de Rubalcaba contra la corrupción son contundentes   y necesarias para regenerar las instituciones y devolver la confianza de los ciudadanos en el funcionamiento del sistema democrático.

Comparto con Rubalcaba la visión de que España se encuentra en una situación de emergencia nacional y que los ciudadanos esperan, no sólo del Gobierno, sino del conjunto de la clase política que hagan más de lo que han hecho hasta ahora.

Un Acuerdo Nacional por el empleo y la cohesión social, medidas para hacer llegar el crédito a las PYMES, un Fondo de MIL millones para ayudar a las personas en situación de pobreza o adecuar la Constitución a nuestra realidad actual, son algunas de las propuestas destacadas de las más de 40 que Rubalcaba ha ido desgranando, una tras otra durante su intervención.

Favorecer la creación de empleo, el crecimiento de la economía, defender la sanidad y la educación públicas, que con un Gobierno socialista volverán a ser gratuita y universal,  para prevenir y combatir la corrupción, ayudar a las personas afectadas por desahucios, para acercar de nuevo la política a los ciudadanos o para adecuar nuestra Constitución a la evolución que ha tenido  España y la sociedad española en los últimos 35 años, han sido algunos de los asuntos planteados por Rubalcaba durante su intervención para aportar salidas a la actual situación de nuestro país.