Y el foco de atención se centró por completo esa noche en el antiguo Palacio de los Yanguas… Y hasta la también conocida como Casa de la Virgen dirigieron sus pasos numerosas autoridades locales y regionales… Y algunos pudieron escuchar un concierto y hasta ver un documental… Y quizás solo unos pocos cayesen en la cuenta de que donde estaban no era más que un edificio vacío que llenarlo va a costar Dios y ayuda.
A estas alturas ya sabrán a qué noticia me estoy refiriendo: un continente sin contenido quedó inaugurado oficialmente el pasado viernes. Otro más. Tiene miga lo del CCR; un proyecto que comenzó llamándose Centro Temático del Vino, llegó a ser presentado oficialmente como Centro del Saber del Rioja y, tras más de 10 años de ‘donde dije digo, digo diego’, ha abierto sus puertas como Centro de la Cultura del Rioja, lo que no quiere decir que en la práctica usted pueda visitarlo hoy mismo… ni mañana ni pasado.
Los cambios de nombre, de ubicación y de proyecto –tanto museográfico como museológico– permitieron que hace tres días quienes deberían haber ido en coche a La Grajera de haberse visto cumplidos sus planes iniciales -30 millones mediante- pudieran acercarse andando al Casco Antiguo -finalmente por 12-. Ahora bien: tal ahorro no salió gratis.
Y es que el Ayuntamiento tuvo que adelantar al menos dos millones de euros por un proyecto desechado tras el cambio de Gobierno en el 2007, prácticamente el par que ahora necesita la Administración local tras el nuevo cambio en el 2011 para acondicionar el ‘megaedificio’ como museo del vino… ¡Y después de una cantidad similar de sobrecoste! Pero allí estaban todos (casi) el pasado viernes, dándose palmaditas en la espalda, las mismas cuyo eco es lo único que atesoran a día de hoy sus amplios espacios vacíos. No será fácil llenarlos, ni barato.