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DOS ERAN DOS… Y LAS DOS ERAN BUENAS

Vamos a fijarnos en dos bodegas (probablemente las únicas) de la rioja alta que tienen en común, además de elaborar vinos de muy alta calidad, el hecho de estar formadas por pequeños  socios accionistas; esto es, que no responden a las típicas estructuras empresariales bodegueras al uso dentro de la DOC Rioja. Hablamos de VALENCISO Y TOBELOS.

COMPAÑÍA BODEGUERA DE VALENCISO es el empeño personal, profesional, vital, de  Luis Valentín y Carmen Enciso. Hablar de Valenciso, de Luis y Carmen, es hablar de personas, de sentido común, de criterio, de profesionalidad y buen hacer. Pero quizá el término de referencia en su caso sea honradez. Quien esto escribe, conocedor de  la prehistoria de su proyecto, puede asegurar no saber de otro caso en que la creación de una bodega se haya efectuado tan sopesada, tan cuidadosa y acertadamente.

Avalados por sus trayectorias  en B. Palacios de Laguardia, en un punto decidieron  (con todas las dudas del mundo)   jugarse su pasado, presente y futuro y lanzarse en un proyecto: aglutinar amigos, conocidos y otros amantes del vino en una suerte de financiación marginal de pequeños accionistas  (que después se llamaría  “crowdfunding”).  Primeras añadas  en el mercado –con mucho trabajo y éxito evidente- sin bodega física; hasta que en 2006 empezaron ya a elaborar en su flamante bodega todavía sin terminar, en Ollauri.

Hay que decir que existen muy pocos lugares en La Rioja con el encanto especial que se respira en Ollauri. Sin duda, el enclave donde se asienta la bodega es idílico: natural, romántico, hermoso en la serenidad del paisaje; recogido y, a la vez, a  mano de todos sitios; un lugar perfecto para vinos que aspiran a la perfección.

Tuvieron claro que no querían dinero fácil,  trabajaban a largo plazo y la rentabilidad que iban a obtener las personas que entraban en el proyecto iba a ser parca (más o menos lo que siempre ha sido plantar viñas desde un punto de vista histórico).

Controlan y trabajan sus producciones, que son pequeñas, de una dimensión abarcable por sus personas… para ofrecer al mercado un único vino; concepto igualmente único que salta y supera todos los clichés al uso bodeguero de producir un montón de etiquetas diferentes.  Aquí radica lo más difícil, a la vez que es el factor diferencial de su bodega; se la juegan cada cosecha. Y la verdad que los resultados son realmente encomiables.

El vino ahora mismo en el mercado es Valenciso reserva 2008, presenta intenso color rojo cereza picota, de capa alta. En nariz es limpio, con una  frutalidad profunda, envuelta en nítidos especiados de buen roble. Aparecen notas de frutos silvestres, engarzados con otras que recuerdan a sotobosque umbrío (retamas, plantas aromáticas) con leves toques lácteos.

En boca, el vino es acariciante en la entrada.  Suave, sedoso; sabores que provocan sensaciones placenteras que trascienden a lo puramente táctil;  taninos vigorosos que regalan el paladar en el paso de boca con una fresca presencia frutal, con justa acidez en equilibrio (lo cual se corresponde con la añada). Final de boca donde prima la elegancia.  Vino con carácter, sin concesiones, auténtico, como pueden ser los riojas de antes y de ahora.

El vino tiene su embrujo: aúna en su fina estructura un paisaje sápido que evoca el terruño, la naturaleza, la belleza  de La Rioja y su impronta sensorial.

BODEGAS Y VIÑEDOS TOBELOS se encuentra en Briñas; y el edificio de la bodega, desde su emplazamiento espectacular a modo de avanzadilla en lo más al norte de La Rioja,  cual mascarón de proa desafía las Conchas de Haro, allá donde los Montes Obarenes  se transforman en la Sierra Cantabria.

Ricardo Reinoso es el hacedor de tal empeño. Después de ganar experiencia en otras bodegas, decidió fundar una distinta, aglutinando personas con inquietudes pero que no podían crearla por sí mismas. Y las captó, manejando el concepto de rentabilidad económico-social (también una suerte de “crowdfunding”)  y con unos principios claros:

  1. Hacer buenos  vinos
  2. Invierto, sí, pero luego no me pidas más dinero
  3. Repartir dividendos cuando sea posible (realidad cumplida en los últimos años)

A día de hoy –y después de la que ha caído y está cayendo-  el proyecto no solo ha sobrevivido sino que se ha asentado y funciona. ¿Factores de éxito? La experiencia y tiento medido de Ricardo, quien tenía muy claro:

  1. La dimensión de la bodega para que fuera factible poder conseguir la inversión
  2. Segmentos de precios de los vinos en consonancia con lo que se ofrece en Rioja
  3. Cuidar los mercados exteriores

A lo anterior se debe añadir, por supuesto, el acierto lúcido de asentar la bodega en un enclave realmente de impresión, como es Briñas y su paisaje impactante y con raigambre histórica sobre el río Ebro,  en la entrada a La Rioja, mirando de frente los farallones de San Felices y su asentamiento romano; y con el  Toloño vigilante a la otra orilla del río.

Se debe añadir igualmente la infraestructura técnica de la bodega; y la importancia fundamental de las viñas de los alrededores que aportan uvas con savia de la margen izquierda del Ebro y rioja alta; uvas marcadas por la autenticidad del ambiente geoclimático donde medran.

En fin, decir que su vino “top” Leukade le fue presentado al rey emérito Juan Carlos hace poco, cuando estuvo comiendo en el Echaurren de Ezcaray. El vino catado en esta ocasión, Tobelos Garnacha 2010,  con fruta del microclima y terreno únicos de San Vicente de la Sonsierra, presenta un bonito color rojo granate; limpio y de capa media.

En nariz se manifiestan discretos aromas de frutos rojos en sazón, golosos; notas de monte bajo mediterráneo (tomillo, hinojo); guindas en alcohol; caramelo y un punto entre polen y resina sobre un fondo especiado de maderas finas.

En boca, el carácter es de una suavidad sutil: textura, sabores, experiencia táctil agradable. Frutal en el paso de boca y acidez que conforma un final amplio y redondo con taninos pulidos. Retronasal con recuerdos de toffe. Vino honrado, versátil, fácil de beber y de disfrutar.

Para quien quiera guardar botellas, es seguro que el vino transitará en el tiempo, llegando a acercarse a esos perfiles clásicos de vinos finos de rioja. No olvidemos que la garnacha jugaba un papel importante junto a la tempranillo en el éxito de lo que ha llegado a ser La Rioja en sus vinos de guarda.

Que el éxito continúe derramando chorros de pasión en forma de vino para estas dos bodegas, especiales en su conformación.

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Claves de vinos y apreciación sensorial

Sobre el autor

Sólida formación como docente en Cursos de Análisis Sensorial de vinos y otros productos agroalimentarios; dilatada experiencia en servicios de alta gastronomía; disfruta transmitiendo su pasión por el mundo del vino y su cultura. Desde 2001 colabora en ayudar a descubrir lo fascinante del uso de los sentidos para gozar plenamente del los vinos y gastronomía en La Rioja. Director de www.exquisiterioja.com


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