Creo en el poder de seducción del vino de calidad, del placer sensorial que produce tomarlo. Y por supuesto creo en los poderes seductores/sensoriales de la persona que lo toma con sentido y sensibilidad; jugando con sentidos y emociones. Así es que, viejo man, te vuelvo a decir que nunca hay que dar nada por sentado, y que el tema no era tenerla más larga; el verdadero asunto en el éxito de la vida consiste en que nuestros telómeros se mantengan lo más largos que sea posible.
Los telómeros se hallan en los extremos (o capuchones) de los cromosomas de cada célula, y parece que se acortan (o deshilachan) infinitesimalmente en cada división celular; llegado un punto, tras ir acortándose el telómero, la célula no se divide y eso resulta clave para el advenimiento de enfermedades mortales y el envejecimiento. ¡Ah, qué pena! Ya no más encuentros de amigos disfrutando de la cultura del vino.
Esto, claro, son muy malas noticias para nosotros; pero en cambio se nos da la oportunidad de combatir tales estropicios a base de propiciar